El viñedo
El Midrash Tanjuma cita el versículo en nuestra parashá (12:29):“Cuando el Señor vuestro Dios haya destruido las naciones que vais a conquistar y después de destruidas ocupéis su territorio y viváis en él, tened cuidado de no seguir su ejemplo ni recurrir a sus dioses con la idea de rendirles culto también.”
El rabino Levi dijo: ¿A qué se puede comparar esto? A un rey que plantó una viña en su propiedad que tenía grandes cedros. El rey cortó los cedros pero dejó la maleza espinosa. Sus sirvientes y miembros del hogar le preguntaron: “¡Nuestro amo el Rey! ¿Las espinas que desgarran la ropa aun están, pero cortaron los árboles de cedro? “Él respondió:” Si yo hubiera quitado las espinas, con que habría cubierto mi viña?, He hecho lo correcto, cuando mi viña este en pie entonces quemare las espinas “.
El midrash sigue: El pueblo judío es la viña de Dios, como leemos (Yeshayah 5: 7), “La viña de Hashem, el SEÑOR de las legiones, es la Casa de Israel” Cuando Hashem llevó a los hijos de Israel a la Tierra de Israel, Cortó los cedros, como se dice en (Amos 2).
9 Yo destruí delante de ellos al amorreo, cuya altura era como la altura de los cedros, y fuerte como una encina; y destruí su fruto arriba y sus raíces abajo.
10 Y a vosotros os hice subir de la tierra de Egipto, y os conduje por el desierto cuarenta años, para que entraseis en posesión de la tierra del amorreo.
11 Y levanté de vuestros hijos para profetas, y de vuestros jóvenes para que fuesen nazareos. ¿No es esto así, dice el SEÑOR, hijos de Israel?
¿Qué enseña el midrash? El Rabino Avraham Meir Rosen z “l (Varsovia, en el siglo 19) explica: Cuando somos lo suficientemente maduros como nación dedicados al cumplimiento y estudio de la Torá, no necesitamos que las demás naciones nos recuerden nuestras obligaciones. Entonces en ese momento vamos a ser libres de las persecuciones, pero cuando hacemos lo contrario entonces las naciones del mundo nos continuaran lastimando como las espinas que rodean una viña.
Adaptación al español para Judios.org
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