miércoles, 24 de junio de 2015

HISTORIA DE OSCAR GALDONA Y LA IGLESIA EBENEZER DE BARQUESIMETO LA IGLESIA SOLO JESUS


El Rev. Oscar Galdona, fue por Providencia Divina el Pastor fundador de la Primera Iglesia Ebenezer de Venezuela.

Nació el 1 de Octubre del año 1917, en San Juan de las Galdonas, Estado Sucre, pintoresco pueblito bañado por las azules aguas del Mar Caribe. Allí transcurrió su infancia hasta el año 1924, habiéndose radicado su ancestría paterna en esa zona, con siglos de antelación, para dedicarse al cultivo y comercio del cacao venezolano, aprovechando la intermezcla climatológica y geográfica de agricultura de altura y salida al mar vía Europa. De allí su nombre.

A partir de ese año, por razones de carácter familiar, su padre decide llevarse la familia para la vecina isla de Trinidad, donde recibe una educación estilo inglés. El conocimiento del idioma, es providencial y fundamental de parte del Señor, ya que de esta manera le permitirá hablar la misma lengua del Profeta de la Edad y convertirse posteriormente  en su principal traductor para la América Hispana.
En el año 1933, el Hno. Oscar Galdona junto con sus padres y hermanos regresa a Venezuela, coincidiendo esta fecha, con el año de la visitación de Dios al Hno. William Marrion Branham, cuando en el río Ohio bautizaba al converso No. 17. Ante la sorpresiva mirada de cuatro mil espectadores, apareció en los cielos un bólido de fuego color ámbar, el cual se posó sobre la cabeza del Profeta y en voz audible dijo: “ASÍ COMO JUAN EL BAUTISTA FUE EL PRECURSOR DE MI PRIMERA VENIDA, TU MENSAJE SERÁ EL PRECURSOR DE MI SEGUNDA VENIDA.”

La trayectoria espiritual del Hno. Oscar Galdona, estuvo definido por cuatro etapas que de manera cronológica enfocaremos a continuación:
1945 – Su conversión.
  • I ETAPA: 1950 – Su llamamiento al Ministerio
  • II ETAPA: 1955 – Sale de la Denominación
  • III ETAPA: 1960 – Da inicio al Compañerismo “EBENEZER”
  • IV ETAPA: 1965 – Conoce el Mensaje de la Hora.

Estas fechas con sus respectivas características individuales, conforman cuatro etapas.

Como podemos observar, en la I ETAPA, 1945 – 1950, conoce al Señor Jesucristo como su Salvador personal. Esta experiencia transforma su vida y se convierte en un creyente activo y miembro fundador de la Primera Iglesia Bautista de Caracas. Estando allí, siente el llamamiento al Ministerio y renunciando a un alto cargo que desempeñaba en una compañía petrolera, obedeció a la Voz de Dios; habiéndosele ofrecido el pastorado de la Iglesia Bautista en la ciudad de Barquisimeto, lo acepta, marcando el fin de la I ETAPA:
A partir del año 1950, ejerce el pastorado con dedicación y ahínco en la mencionada Iglesia Bautista de Barquisimeto. Durante esta II ETAPA,1950 – 1955, experimenta el glorioso bautismo del Espíritu Santo y sus efectos no se dejan esperar. Su predicación refleja el fuego y el poder de Dios.

De manera providencial, llega a conocer personalmente en este lapso al Hno. T.L. Osborn, quien se encontraba en esos mismos días en la ciudad de Barquisimeto, llevando a cabo una campaña de Sanidad Divina en la Iglesia Bethel y necesitando un intérprete, el Hno. Galdona fue el Instrumento utilizado, quien pudo ver la mano de Dios obrando milagros, maravillas y prodigios. Esta experiencia lo llevó a creer que el Señor Jesucristo en la obra expiatoria del Calvario, no sólo perdonó nuestros pecados sino que llevó nuestras enfermedades, declarándose nuestro Gran Sanador.

El aceptar esta verdad, le acarrea problemas dentro de su organización denominacional y el 18 de Enero de 1955, rompe con la denominación a la cual estuvo afiliado por muchos años. Con él, sale un grupo de hermanos a quienes Dios les había dado luz para entender verdades como el Bautismo del Espíritu Santo y Sanidad Divina.



Comienza de esta forma, la III ETAPA, de 1955 a 1960, con reuniones en su propio hogar, organizándose allí como iglesia, tomando el nombre de “EBENEZER”, el cual significa: “HASTA AQUÍ NOS AYUDÓ JEHOVÁ” y en lengua hebrea significa: “HIJO DE ÁGUILA” (EBEN=Hijo, EZER= Águila)

En el mes de Marzo de 1956, el Hno. Galdona tuvo un sueño vindicado por Dios, en el cual se le aparecen cuatro esferas misteriosas en forma de soles que presentaban una tremenda actividad interior. Algo estaba pasando con el Sol. Al mirarlo con detenimiento observó, que se había convertido en un reloj cuyas agujas marcaban 20 minutos para las doce.

Estas agujas saltaron rápidamente del 20 al 19 y luego al 18, llegando después a las 12. El Hno. Galdona despertó sobresaltado. Al volverse a dormir, sueña esta vez con una mano levantada en lo alto completamente abierta mostrando sus cinco dedos. Esta imagen fue repetida en una secuencia de cuatro veces y luego el sueño fue interrumpido. Esto fue algo muy significativo para el Hno. Galdona y no fue hasta mucho tiempo después, que logró interpretarlo como las cuatro etapas de su ministerio.

En este lapso, viaja con frecuencia a los Estados Unidos donde conoce al Hno. Branham, en una de sus campañas de “La Voz de la Sanidad” en la ciudad de Dallas, Texas. Regresa con grandes experiencias y Dios comienza a moverse poderosamente, derramando su Espíritu Santo sobre los creyentes.



La IV ETAPA, de 1960 a 1965, es marcada por una obra rápida que se extiende por toda Venezuela a través de campañas evangelísticas y un trabajo arduo y extenso de cobertura nacional de los programas radiales: “LA HORA DE LA LIBERACIÓN”. Se constituyeron iglesias locales a lo largo y ancho de nuestro país. Finaliza esta cuarta y última etapa, con el conocimiento por parte del Hno. Galdona en el año 1965, del Mensaje de la Hora.

A partir de ese año, conoce y acepta el Mensaje para esta Séptima y Última Edad de la Iglesia, a través del Hno. Oscar Candelario de Puerto Rico, quien le facilitó cintas grabadas cuyo contenido tenía que ver con el “Bautismo Bíblico” y  “La Simiente de la Serpiente”. Con este material regresa a Venezuela y comienza a difundirlo, provocando aceptación por unos y rechazo definitivo por otros, pues escrito está: “No todos reciben esta Palabra, sino aquéllos a quienes es dado” (Mateo 19:11)

El conocimiento de estas verdades, lo inducen a  bautizarse conforme a  Mateo 28:19 y Hechos 2:38.

La década de los años 70, ante la demanda de literatura con verdad revelada para la hora presente, se adquiere una imprenta, la cual nos ha permitido imprimir millones de folletos, cuyo contenido está retroalimentando a la Simiente de Dios, en todos los países de habla hispana. En ese tiempo, los viajes misioneros a toda Latinoamérica, permiten el establecimiento de Tabernáculos diseminados por todo el territorio hispano-parlante, así como la obtención de espacios en estaciones de radio para la transmisión del Programa radial “LA HORA DE LA REVELACIÖN” en todo el ámbito hispano, programas radiales estos, que complementaron y cubrieron en lugares de difícil acceso.



Durante aquellos años, el Señor Dios Todopoderoso, conocedor del pasado, presente y futuro de todas la cosas, así como le mostró las cuatro etapas de Su Ministerio para confirmar Su Palabra por medio de Su siervo y confirmar Su ministerio, así le mostró los tres momentos de transición y de prueba de su Ministerio, así como anunciando su futura partida, a través de un sueño, narrado por el mismo: "Soñé que el Señor me puso en una bicicleta de montar, yo era muy hábil en una bicicleta y tal vez por eso el Señor escogió una bicicleta para revelarse a mí. Entonces andaba en la bicicleta y de repente me encuentro con un hueco, de esos de cloaca, y cuando veo ese hueco, imprimo velocidad a mi bicicleta porque yo sabía saltar en una bicicleta así que crucé y salté al otro lado. Me contenté al poder superar ese hueco, hasta que vi otro hueco parecido al primero; entonces tuve que tomar más impulso para poderlo saltar y otra vez lo salté. Y cuando ya creo que he salido de esas dos pruebas me encuentro con un tercero, pero esta vez no es un hueco sino que es una fosa como en un cementerio. De este lado había una calle pavimentada pero estaba llena de árboles cortados y desarraigados, y en la otra donde debía ir, era la fosa y por el otro lado había un caminito donde apenas cabían quizás las dos ruedas de la bicicleta. Cuando llegue allí no encuentro qué hacer, porque eran dos metros de largo que tenía la fosa y no la podía saltar, podía saltar el hueco de un metro de la cloaca, pero esta de dos metros no. Cuando veo que lo único que me queda es girar hacia el camino y hago el intento de girar así, en eso me despierto gritando y clamando al Señor."



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