martes, 12 de enero de 2016
FRANCISCO PIDE ORACIÓN POR LA UNIÓN DE TODAS LAS RELIGIONES VIDEO 2016:
“Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro“. Apocalipsis 17: 4-5 (RV)
Francisco ha enviado el primer disparo a través del arco de la profecía de 2016, indicando claramente su deseo de unir las religiones del mundo hasta convertirla en una. La religión mundial que combinará los elementos de cristianismo, el islam, el budismo y el judaísmo. Francisco afirma repetidamente que “todos somos hijos de Dios”, no importa lo que nuestras religiones o creencias religiosas podrían ser. Esto está en oposición directa a la Biblia que afirma que solamentecuando nacimos de nuevo en Jesucristo podemos ser llamados hijos de Dios.
“ pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.“. Gálatas 3: 26-28 (RV)
El islam, el budismo y el judaísmo rechazan a Jesucristo como el Hijo de Dios. El catolicismo romano hace consentimiento verbal a ese hecho, pero sin duda no es el cristianismo bíblico. De hecho, el sistema del Vaticano, que se menciona en Apocalipsis 17 y 18, es la “Ramera de Babilonia”! Por lo tanto, es imposible que las “cuatro grandes religiones” se unan en cualquier tipo de “terreno común”, a menos que la base común sea el cumplimiento de la profecía de Una Sola Religión Mundial. Realmente, esto es lo que Francisco quiere crear.
– “Muchos piensan de manera diferente, se siente diferente, buscan a Dios o conocer a Dios de diferentes maneras. En esta multitud, en este abanico de religiones, sólo hay una certeza que tenemos para todos: “todos somos hijos de Dios”, dijo Francisco, en su mensaje publicado el 6 de enero.
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