sábado, 6 de junio de 2015

CIEN AÑOS DE SOLEDAD O COMO VIVIR EN MACONDO, A TU MEMORIA GABRIEL GARCIA MARQUEZ

Cien Años de Soledad, de Gabriel García Márquez, (alias El Gabo) hizo que me enamorara de la lectura, o que supiera que la amaba, de todas formas me enamore de un libro que, a fuerza de ser asignado como tarea, era odiado por toda mi generación de condiscípulos, seria por eso que tarde algo en decidirme a leerlo. Lo hice convencido de que no me gustaría y que, 100 años de soledad era mucho tiempo para alguien que como yo de apenas 16 y no era muy amigo de estar solo.

  Muchos dicen que El Gabo creó a Macondo, un pueblo inexistente, pero la “historia de Macondo” es la historia de todos los pueblos del mundo, así comienzan los pueblos, las aldeas y la ciudades, con un grupo de pioneros buscando la tierra que nadie les prometió.
  Macondo es mágico, colorido, abierto y acogedor, no es hostil como no lo es ningún pueblo de nuestra América Latina. Quien viaje por los países de América Latina se encontrará con un macondo a cada paso. Casa pueblo tiene su historia particular, pero cada uno forma parte de de una historia general y única. De Macondo me gusta el tren, los gitanos, Melquiades, el río, me paseo por sus calles de turcos y de tiendas, me miro en cada niño que juega en sus calles, en cada plaza y en cada historia. su primer alcalde,su primera guerra, su Compañía bananera. Macondo tiene iglesia y burdel, familias  ricas y pobres, aventureros y emprendedores,todos como parte imprescindible y necesaria de una ciudad.

 De los personajes  de Cien años de Soledad, me quedo con 4: Ursula,Melquiades, Fernanda del Carpio y el último de los Aurelianos Buendía.
 Cada uno marca con su personalidad el ritmo de la vida de esta gente normal y estupenda que puebla Macondo. Ursula si bien es temerosa y pesimista, mantiene viva  a una estirpe sin esperanza y sin rumbo. Melquiades hace de de José Arcadio Buendía lo que debió haber hecho con los hijos que nunca tuvo, le dio amor y le dedicó lo mejor de sí. Fernanda del Carpio, educada en la mentira de que sería reina, se trajo del páramo el frío y el luto paterno y el lastre de una educación inútil para la vida, pero hizo de la mansión de los Buendía su reino particular y marcó el destino de la familia para siempre. El último de Los Aurelianos es el más lúcido y cuerdo, descifrar los pergaminos de Melquíades y consuma en su tía el incesto tan temido  tan deseado en la familia.

 Entre los amigos de este Aureliano García Márquez se introduce asimismo en el texto y entremete su vida con los pobladores de Macondo, un sabio catalán los guia al mágico mundo de las letras y la filosofía, el discurso sobre las cucarachas junto a la cantaleta de Fernanda del Carpio figuran, en mi humilde opinión, entre los mas genial que hay en la literatura de habla castellana.

  

0 comentarios:

Publicar un comentario