A pesar de la devastación en Haití, después del huracán Matthew, cientos de cristianos fueron al culto el pasado domingo (9) para dar gracias a Dios. Muchos de ellos han perdido a sus seres queridos y gran parte de sus pertenencias, pero no han dejado de dedicarle tiempo a la oración y a la alabanza.
Varios de ellos participan en las reuniones de fe en las iglesias que perdieron el techo de sus templos o fueron parcialmente destruidas.
Elise Pierre, una fiel de 80 años de edad, dijo que cree que fue un milagro que ella y su familia sobrevivieran. “Si Dios no nos hubiera protegido, todos habríamos muerto, tal vez arrojados al mar o a las montañas”, dijo la anciana que tenía un corte visible en su frente, causada por los azulejos de su casa que cayeron producto del huracán.En uno de estos templos se tuvo que hacer el culto al aire libre porque estaba demasiado dañado.
En Haití, la cifra oficial de muertos pasó a mil y alrededor de un millón y medio de personas están sin hogar, según la ONU.
Desastres en las Bahamas
El huracán Matthew también causó destrucción en las Islas Bahamas, destruyendo varias propiedades y también las iglesias.
La pastora Barbara L. Rahming lidera allí una congregación cuyas paredes del templo fueron derribadas. Aun así, dice mantiene sus ojos en Dios.
“Es un desastre cuando pensamos en el edificio que fue derribado. Estamos confiando en que el Señor abrirá un nuevo camino. Yo sé que él va a actuar, porque todas las cosas cooperan para el bien de su pueblo”, dijo a CBN News.
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