• Las referencias ofensivas hacia las mujeres, que son descriptas como brujas y demonios en los libros de texto palestinos, no deberían ser sorpresa. Recientemente se reveló que diversas listas palestinas impugnaron los nombres y fotos de sus candidatas con imágenes de rosas y palomas.• “Esto es completamente inaceptable porque presenta a las mujeres como la causa de todos los conflictos y el mal en la sociedad palestina”, declaró Lubna Al-Ashkar del Comité de Asuntos Técnicos de la Mujer.• “Esto creará una imagen negativa de la mujer en la mente de nuestros hijos, una que será difícil de cambiar en el futuro”, expresó Amal Khraisheh”, presidenta de la Sociedad Palestina de trabajo de la mujer.• Es cierto que “las mujeres brujas” son una novela de difamación del presidente Mahmoud Abbás y su gente. Sin embargo, las difamaciones de la Autoridad Palestina están muy lejos de ser nuevas, esto es un material que alimenta permanentemente a los escolares palestinos: mentiras sobre la historia, mentiras sobre la geografía y ahora mentiras sobre la mujer palestina.A los escolares palestinos que van a las escuelas en la actualidad, les enseñan que las mujeres son brujas y que Tel Aviv es una ciudad árabe. También están siendo expuestos a los mapas que ignoran completamente la existencia del Estado de Israel.
A pesar de que la Autoridad Palestina (AP) afirma lo contrario, los nuevos libros de texto de las escuelas difícilmente promuevan la paz y la convivencia entre los palestinos e Israel.
Un nuevo programa de estudios recientemente publicado por la Autoridad Palestina, ha despertado la crítica de muchos palestinos, que afirman que los libros de texto demonizan a las mujeres y contienen graves errores fácticos e históricos. La controvertida versión del plan de estudios para los grados 1-4 fue lanzada por el primer ministro de la AP, Rami Hamdallah, durante una ceremonia en Ramala, en la víspera del inicio del nuevo año escolar.
En cuestión de horas, los palestinos y las activistas femeninas en particular, expresaron su resentimiento por el nuevo plan de estudios y pidieron a la dirección de la AP eliminarlo inmediatamente. Algunos palestinos denunciaron al programa, diseñado por un equipo de expertos en educación palestinos, como un escándalo y una grave distorsión de los hechos. Ellos manifestaron que un programa pleno de errores y que deforma los hechos, es una receta garantizada para promover una generación de palestinos analfabetos y mal informados.
Funcionarios de la Autoridad Palestina argumentaron que el nuevo plan de estudios fue experimental y que están abiertos para realizar enmiendas y se han comprometido en hacer las correcciones correspondientes en los libros de texto.
Entonces, ¿qué es lo que enfureció a los críticos acerca de los nuevos libros de texto, provocando tal sarcasmo en relación con el proceso de la educación en las escuelas palestinas?
Un mapa en uno de los libros de texto se refiere a la ciudad cisjordana de Ramala como el “centro de Palestina”, mientras que Jerusalén se conoce como una ciudad que se encuentra al sur de Ramala.
Los críticos argumentan que esta terminología convierte a Ramala, el cuartel general del liderazgo y gobierno de la Autoridad Palestina en la capital de facto de los palestinos. Esto, añaden, socava los reclamos palestinos de Jerusalén como la capital del futuro Estado palestino. “¿Por qué ha sido marginada Jerusalén en los nuevos libros de texto?” preguntaron los críticos, “este sólo hecho es una vergüenza!”.
Otro error en los libros reubica a la ciudad interior de Cisjordania de Belén en la costa de la Franja de Gaza. “Belén ya cuenta con su propia playa”, era uno de los muchos comentarios sarcásticos realizados por palestinos furiosos que se expresaron en las redes sociales para condenar el nuevo plan de estudios.
Una palestina de Hebrón, comentó: “Los residentes de Hebrón también están exigiendo que nuestro Ministerio de Educación nos de una playa como la que dieron Belén.”
Los nuevos libros de texto también están siendo criticados por referencia a Tel Aviv en un mapa de “Palestina” que no menciona a Israel. El mapa se refiere a Tel Aviv por su nombre árabe, Tal Al-Rabia. Los críticos argumentan que es un error hacer referencia a Tel Aviv por su nombre árabe porque se trata de una ciudad israelí que fue establecida “sobre las ruinas de aldeas árabes”. Afirman que Tel Aviv es un nombre moderno que “no está ligada a la historia de Palestina”. El mapa de “Palestina” en los libros de texto se extiende desde la ciudad de Safed, en el norte hasta Rafiaj, en el sur de la Franja de Gaza.
Pero todo esto no es nada en comparación con la demonización de las mujeres, que se representan como brujas y hechiceras, en los libros de texto de primero y segundo grado de Educación Islámica y esto es realmente muy peligroso.
Una imagen sitúa a una bruja bajo un versículo del Corán que dice: “Me refugio en Alá de Satán, el maldito”. Otra imagen de una bruja acompañada de un versículo del Corán que se refiere al “mal de la brujería maligna”.
Los críticos dicen que asociar a las mujeres con la brujería es extremadamente irrespetuoso y ofensivo hacia las mujeres palestinas.
“A los niños en los grados 1 y 2 se les enseña que las mujeres son brujas o hechiceras”, protestaron. La lección que se les enseña es que la primera mitad de la sociedad es musulmana, mientras que la segunda es infiel”.
Las activistas palestinas expresaron su indignación por la representación de las mujeres como brujas y hechiceras, diciendo que esto consolidaría los estereotipos negativos de la mujer a los ojos de los niños.
“Utilizar a las mujeres de esta manera perjudica su imagen … y es un insulto a sus sacrificios”, comentó Lubna Al-Ashkar del Comité de Asuntos Técnicos de la Mujer (WATC), un grupo que se estableció en 1992 para asegurar la participación e inclusión de las mujeres en las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos. “Esto es completamente inaceptable porque presenta a las mujeres como la causa de todos los conflictos y el mal en la sociedad palestina. La brujería y la hechicería no se limitan únicamente a las mujeres e invocaron al Ministerio de Educación para que modifiquen rápidamente las imágenes.”
Amal Khraisheh, presidenta de la Sociedad de la Mujer Trabajadora, una organización no gubernamental que trabaja para fomentar la igualdad de género y la erradicación de todas las formas de discriminación contra la mujer palestina, también atacó a la representación ofensiva de la mujer en los libros de texto, manifestando que las imágenes “atípicas” que ofrecen a las mujeres como brujas y hechiceras “realza la cultura machista sobre el status de la mujer en la sociedad y destruye la presencia femenina limitándola a la hechicería y la brujería”.
Khraisheh señaló al “sistema político palestino” y al Consejo Legislativo Palestino (Parlamento elegido, que ha estado paralizado desde el año 2007 debido a la lucha de poder entre Fatah y Hamás) por los “ilógicos errores” en el nuevo plan de estudios. Ella expresó que la ausencia de supervisión sobre el desempeño del gobierno de la Autoridad Palestina y sus diversos órganos, especialmente el Ministerio de Educación, ha sido totalmente injusto con la mujer palestina y distorsionado su imagen ante los ojos de los niños. “Esto creará una imagen negativa de la mujer en nuestros hijos – una que será muy difícil de cambiar en el futuro”, advirtió. “Haremos todo lo posible para cambiar esta impresión negativa de la mujer.”
Irónicamente, las mujeres enfurecidas y otros críticos han recibido el apoyo de una parte inesperada: un funcionario de alto nivel del Ministerio de Wakf y Asuntos Religiosos de la AP, Majed Sakr. Explicó que las imágenes ofensivas de las mujeres asociadas con el pecado, la brujería y la hechicería son “inaceptables” en el Islam. Hizo un llamamiento para la realización de un estudio renovado de los libros de texto para corregir los errores y las falsas percepciones, así como de posibles errores ortográficos.
Las referencias ofensivas a las mujeres, que se representan como brujas y demonios, no debería ser una sorpresa para los grupos de mujeres y organizaciones de derechos humanos.
Y así, la dirección de la AP en Ramala es atrapada de nuevo “con sus pantalones bajos”.
Las mujeres representadas como brujas es realmente preocupante. Tal vez lo más inquietante de todo, sin embargo, es la continuación de la ceguera palestina al hecho de que demonizar a los demás es un boomerang mortal que a su vez – ya está girando – vuelve para cortar su propia cabeza.
* Khaled Abu Toameh, galardonado periodista residente en Jerusalén.