“Estas declaraciones no promueven la seguridad, especialmente la seguridad de palestinos e israelíes”, dijo Macron tras tres horas de conversaciones con el primer ministro israelí.
Netanyahu, por su parte, cuestionó: “¿Dónde más sería la capital de Israel, además de Jerusalén?”. El líder israelí enfatizó que desde la refundación del país (en 1948) la sede del gobierno y los tribunales están ubicados en la ciudad sagrada. Esta es una tradición histórica y religiosa que se menciona desde que la Biblia fue escrita.
“Jerusalén nunca fue capital de ningún otro pueblo”, dijo, en una referencia velada al hecho de que no haya comprobación histórica que un “pueblo palestino” se haya establecido algún día en la ciudad.
“París es la capital de Francia. Jerusalén es la capital de Israel. Ha sido la capital de Israel por 3.000 años, siendo capital del Estado moderno de Israel desde hace 70 años. Respetamos su historia y sus elecciones y, como amigos, esperamos que respeten las nuestras “, enfatizó Netanyahu. Resaltando que hay abundantes pruebas históricas de la relación de los judíos con su capital, dijo que los intentos de la ONU y de los otros países en negarlo por motivos políticos son “un absurdo”. “Ustedes pueden leer sobre todo esto en un libro muy bueno llamado la Biblia”
Hablando con Macron, pero con ello dejando claro al mundo su postura, aseguró: “Eso también es esencial para la paz. Creo que la paz debe ser construida sobre el fundamento de la verdad, sobre los hechos del pasado y sobre el presente. Esta es la única manera de construir un futuro pluralista y exitoso”.
Por su parte, Macron reiteró que “la congelación de la construcción de asentamientos y medidas que muestren confianza con la Autoridad Palestina son actos importantes para comenzar”.
Desde el anuncio de Trump el miércoles ha habido ataques en Cisjordania, Jerusalén Oriental y Gaza, donde los palestinos protestaron. En los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, al menos cuatro personas murieron. Varios cohetes fueron disparados desde la franja de Gaza, pero fueron interceptados o cayeron en áreas desiertas.
Respondiendo a Macron, Netanyahu dijo que la paz no sería posible, a menos que los palestinos aceptaran que Jerusalén es la capital de Israel. El enfatizó que lo más importante en cualquier acuerdo de paz es que ambos lados reconozcan que el otro tiene el derecho de existir. “Eso es lo que bloquea la paz israelí-palestina”, insistió.
Recordó que desea reanudar las negociaciones, pero nunca obtuvo respuesta de los palestinos. “Yo invocé repetidamente al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y lo hago aquí de nuevo en el Elysee. Eso es un gesto de paz. Nada podría ser más simple”.
Netanyahu también habló de un plan de paz regional “externo”, que vería la normalización con países árabes pavimentar el camino hacia la paz con los palestinos. En público, la idea fue ampliamente rechazada por el mundo árabe.
Anunciando que visitará Israel el próximo año, Macron finalizó diciendo: “Israel es nuestro amigo y no aceptamos ataques terroristas”. Con información de tiempos de Israel
Fuente Gospelprimer.com.br
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