“Yo estaba aterrorizado de perder a mi niña. Yo sólo oré y oré,” dijo Matthew Hatfield, el padre de Paisley.
jueves, 10 de diciembre de 2015
Desaparece tumor en bebé tras la oración incesante de sus padres
El pasado viernes, 20 de noviembre, durante un viaje al Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati, una pareja había recibido una mala noticia. Tras un examen los médicos encontraron una masa en el cerebro de su bebé de 3 meses de edad, después de una resonancia magnética y una tomografía computarizada. La masa era probablemente cáncer.
“Fue tan devastador saber que mi bebé de tres meses de edad casi consiguió su sentencia de muerte allí mismo”, dijo Carissa Hatfield, la madre de Paisley.
“Yo estaba aterrorizado de perder a mi niña. Yo sólo oré y oré,” dijo Matthew Hatfield, el padre de Paisley.
Los Hatfields habían estado algo preocupados porque algo no estaba bien después de su nacimiento, uno de los ojos de Paisley, no se cerraba cuando lloraba, y cuando se reía, el mismo lado en dirección de su boca, no se movía.
“Ella sólo podía mover el lado derecho de su rostro. Su lado izquierdo no se movía”, dijo Carissa.
Los Hatfields pasaron el fin de semana orando. Al iniciar la semana se les dijo que regresaran para una biopsia que podría realizarse en Paisley. Un cirujano haría una incisión en la cabeza de la bebé detrás de la oreja.
El procedimiento se supone que duraría tres horas. Pero terminó después de 30 minutos cuando el cirujano se reunió con los Hatfields…
“Tan pronto como entré, él sólo tenía una mirada confusa en su rostro. Era como, sus oraciones deben haber trabajado. Él dijo, porque cuando fui allí para una biopsia de ese tumor no había nada. No tengo ninguna explicación. Nunca había visto esto en toda mi vida”.
La bebé puede mover su rostro con facilidad y normalidad. Los Hatfields creen que es un milagro hecho por Dios.
“Hay tantos niños mayores allí que no pierden la esperanza. Quiero decir, que las oraciones trabajan. Las oraciones pueden ser contestadas. Nuestra bebé es un testimonio vivo de eso”, dijo Mateo.
El Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati hizo las siguientes declaraciones acerca de Paisley: “Los médicos esperaban lo peor. Un tumor maligno. Pero cuando los cirujanos llegaron al lugar donde el tumor se sospechaba que era visible, en la exploración no encontraron nada. Ellos no podrían haber estado más feliz para contar la buena noticia a la familia de Hatfield”.
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