En Noruega, el gobierno le ha quitado cinco niños s sus padres luego de ser acusados de un supuesto “adoctrinamiento cristiano”. Marius Bodnariu, el padre, es rumano y su esposa noruega, Ruth, la madre, vivían desde hace diez años en Naustdal, Noruega y habían sido miembros de la iglesia Pentecostal en Bucarest antes de mudarse a este pueblo.
Según ha dicho el hermano del padre, los agentes de protección juvenil del gobierno se llevaron a los dos niños mayores, quienes en ese instante estaban en el colegio y también tomaron a dos hijos más, dejando a la madre con su bebé de tres meses, a quien se llevó la policía el día siguiente. Después de lo ocurrido, de acuerdo al diario Infocatólica, los servicios de protección notificaron a los padres que sus hijos estaban bajo custodia de dos familias adoptivas separadas y que se estaban “integrando” a ellas de buena manera.
La acusación inició cuando el director de la escuela aseguró que los Bodnarius eran “muy cristianos” y que su creencia en Dios “originaba una discapacidad en los niños”. Asimismo, el director justificó que los padres necesitaban “orientación y guía” del gobierno noruego para criar a sus hijos pues, según expresaba, Marius hacia uso el castigo físico en algunas ocasiones.
Posteriormente, se le realizó un examen físico a los niños, en el cual se determinó que jamás habían sido castigados violentamente. Sin embargo, los agentes siguen alegando que Marius es un hombre violento, mientras que éste y su esposa niegan tal afirmación.
Por otra lado, la familia perdió el juicio de apelación para reencontrarse con sus hijos. El tribunal sentenció que los padres podrían visitar dos veces por semana durante dos horas a sus hijos, pero no concedió el mismo derecho para ver a sus hijas.
La historia de esta familia cristiana ha ocasionado indignación en la ciudadanía, la cual ha decidido ejecutar una petición de apoyo a la familia a través de una página de Facebook y ha superado las 30.000 firmas.
En tal sentido, el senador rumano Titus Corlateran defenció a la familia Bodnarius en la Comisión para la Igualdad y la No Discriminación de la Asamblea Parlamentaria del Consejo Europeo en París.
El senador considera una conducta abusiva por parte del gobierno noruego y solicitó una investigación de la Asamblea, y añadió que los servicios de protección infantil noruegos se habían sobrepasado basándose en acusaciones sin fundamento alguno.
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