La propuesta no es nueva, se ha sugerido y se ha rechazado en otros momentos. Sin embargo, lo impensable puede estar más cerca de convertirse en realidad. El rabino de Israel, David Lau, dijo que le gustaría ver el templo judío reconstruido en el lado del Monte del Templo cerca de las mezquitas que están allí. Según él, no hay necesidad de eliminar los santuarios musulmanes pues hay “mucho espacio para los judíos, cristianos, musulmanes, todos”.
Él es uno de los principales líderes del judaísmo ashkenazi, una de las ramas más influyentes. Se estima que 10 millones de ashkenazi hay en todo el mundo, 2,8 millones de los cuales están en Israel.
El rabino Lau, cree que sería muy posible que el local más importante para el judaísmo debería instalarse entre la mezquita de Al Aqsa y la de Omar (Cúpula de la Roca). El espacio entre los dos santuarios islámicos es de unos 250 metros. El templo que el rey Salomón construyó en promedio es de 27 metros de largo y tenía 9 de ancho (1 Reyes 6: 2).
El temor es que los judíos han tratado de reconstruir el Templo de Salomón, lo que ha alimentado gran parte del terrorismo palestino contra los israelíes en los últimos ocho meses.
Aun así, el primer ministro Benjamin Netanyahu continúa con su postura de prohibir la oración judía en el lugar, por lo que ordenó a los miembros de la Knesset (Parlamento) no subir al monte.
Esta idea puede tener un aliado importante en la política. Aunque no abiertamente hablando de ello desde que tomó una silla como miembros de la Knesset, el rabino Yehuda Glick del Instituto del Templo, ya ha discutido la posibilidad con líderes musulmanes.
Él es uno de los grandes incentivadores para la reanudación de los sacrificios del Tercer Templo, el año pasado fue a Turquía donde se reunió con Adnan Oktar, conductor de un programa de televisión emitido en todo el Oriente Medio. Él aboga por una alianza entre los judíos y musulmanes.
Oktar apoya la reconstrucción de un Templo en la cima del Monte, pero al lado de las Mezquitas. Dijo que trata de influir en otros líderes islámicos para apoyar la construcción de este templo. Sin embargo, la declaración más sorprendente fue: “Vamos a ver al Mesías, veremos el Templo de Salomón, Oraremos todos juntos allí, si Dios quiere”.
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