domingo, 18 de septiembre de 2016

Declarada muerta en embarazo, bebé sorprende al nacer viva

Durante el embarazo, la estadounidense Ashley Shirley recibido una noticia desoladora: La posibilidad de que sobreviviera su hija una vez que naciera sería prácticamente nula.
Los médicos diagnosticaban malformaciones en el bebé, que sufrió inclinación en los huesos del fémur y en la cavidad torácica, y la ausencia de una pequeña parte del cerebro. La niña había sido diagnosticada con displasia esquelética, más conocida como “enanismo”.

Luego, los padres fueron informados por los médicos que su bebé podría morir. “A medida que crecía, su situación empeoraba”, dijo Shirley acerca de su hija, Jocelyn. “Cada semana yo estaba de vuelta en el hospital y me decían la misma cosa”.
En lugar de planificar la llegada de la recién nacida, Shirley comenzó a prepararse para la pesadilla de cualquier madre, el funeral de su hija.
“Finalmente tuve el coraje de ponerme en contacto con un funeral. Tuve que hacer algunas llamadas muy difíciles para prepararnos. Estábamos orando por lo mejor, confiando en Dios, pero también tuvimos que prepararnos para lo peor”, dijo.
Con la aproximación del parto, la pareja pedía a gritos un milagro.
“Yo estaba muy nerviosa. Casi me desmayo dos veces porque estaba muy ansiosa. Todo lo que recuerdo es que mi marido sostuvo mi mano. Apoyó su frente contra la mía, y oramos. Todo lo que podía hacer era suplicar a Dios para que mi hija naciera llorando, respirando. Parecía una eternidad”, dice.
Milagro
Para sorpresa de todos, la bebé demostró que los médicos estaban equivocados: en sus primeros segundos que nació Jocelyn, ella lloró. El equipo se sorprendió al ver que la niña nació viva y con buena salud.
“Nuestro doctor dijo: ‘¿Dónde fue que erramos?’. Sé que las personas no son creyentes, pero acababa de decirles que era un milagro de Dios, lo vi con mis propios ojos lo que los médicos vieron. Por más que ella tuvo algunos problemas menores, ella está viva”, dijo Shirley.
La fe cristiana ha sido una fuente de fortaleza en el camino de la nueva madre. “Usted no puede preocuparse por el mañana hasta que tenga que enfrentarse a la realidad. Pero no sé cómo podría haber pasado sino hubiera tenido fe”, dijo.