Por primera vez en la historia, la Biblia ha sido traducida a uno de los pocos idiomas en los que todavía no se encontraba disponible: el “inuit”, la lengua de los esquimales.
viernes, 3 de marzo de 2017
Por primera vez esquimales tienen la Biblia en su propio idioma
marzo 03, 2017
BIBLIA
La Biblia fue traducida por primera vez en su historia a uno de los pocos idiomas en los que todavía no se encontraba disponible: el “inuit”, la lengua de los esquimales.
Según publicó la agencia católica ACI, estudiosos y biblistas de Alaska, Nunavut y Groenlandia, participaron en Toronto, Canadá, en el primer congreso sobre la traducción de la Biblia en esta lengua usada por los pobladores del Ártico y difundida entre unos 30 mil esquimales que viven principalmente en Canadá, Alaska y Groenlandia.
Por primera vez en la historia, la Biblia ha sido traducida a uno de los pocos idiomas en los que todavía no se encontraba disponible: el “inuit”, la lengua de los esquimales.
Las Sagradas Escrituras fueron publicadas en 2012 tras 30 años de trabajo en el idioma “inuktitut”, un dialecto del “inuit”.“Traducir los textos sagrados en los varios dialectos locales ayuda a conservarlos y transmitirlos a las generaciones futuras”, aseguró Rèjean Lussier, uno de los estudiosos que participó en el proyecto, al diario italiano Avvenire.
Según los responsables del proyecto, ningún libro ha contribuido como la Biblia a la alfabetización y la conservación del lenguaje tradicional de la población del Ártico.
Inuit es el nombre genérico de los grupos humanos que habitan el Ártico, que poseen características físicas que los ayudan a sobrevivir en el frío. Las pestañas son pesadas, para proteger los ojos del resplandor del sol que se refleja en el hielo, su cuerpo es generalmente bajo y robusto para retener más calor. Son hablantes de lenguas inuit.
Han soportado la vida del Ártico durante miles de años y tienen una gran experiencia para poder sobrevivir en el hielo.
Los inuit viven en las tundras del norte de Canadá, Alaska y Groenlandia. Se calcula que viven en esta región unas 100 000 personas. Desarrollan una vida nómada, siguiendo las migraciones de los animales que cazan, entre los cuales pueden destacarse los caribúes, osos, ballenas y focas. De estos y otros animales aprovechan todas las partes posibles para alimentarse, abrigarse y construir viviendas y herramientas para cazar. La caza de focas y la pesca les permiten conseguir alimentos incluso en el crudo invierno del Ártico.