En la carta que lleva por título “Mensaje de la presidenta de la República, Dilma Rousseff, el tiempo de la oración y la democracia contra el golpe”, dice que ese día (el jueves 25 de agosto) inició un “paso importante en el proceso de un juicio político en el Senado” y dio las gracias al grupo y las oraciones de todos los cristianos del país.
“Sé que no sólo oran por mí, sino para el restablecimiento del orden democrático, un valor que está por encima de todos nosotros. Pero la victoria sobre el golpe implica más que eso”, dijo.
Afirmando que irá al Senado para defenderse “humilde y respetuosamente”, Rousseff dijo que pedirá a los miembros de la Cámara, que reflejen no cometer una “injusticia”.
“La acusación sin ningún crimen es una ruptura institucional. Es como rasgar la Constitución ciudadana, que fue escrito con gran sacrificio en 1988. La acusación sin crimen comprobado es golpe”, dijo.
La audiencia a la que Rousseff asistirá, exponiendo su testimonio está programado para el próximo lunes (29) por lo que pidió “las oraciones y votos” de los lectores. Una copia escaneada de la carta fue publicada por el ‘Frente de Evangélicos por el Estado de Derecho’ en su página de Facebook.
Perdió la simpatía con evangélicos
Durante las dos últimas elecciones, Dilma Rousseff llegó a obtener como aliados de su campaña, a algunos líderes evangélicos, pero la popularidad del PT entre los protestantes ya era inestable, por lo que terminó perdiendo más fuerza cuando empezó a mostrarse en favor de causas controversiales como el aborto y la legalización del matrimonio homosexual.
Por otra parte, el retorno de la ideología de género propuesto en los Planes Municipales de Educación y uno de sus últimos decretos, ordenó el reconocimiento de la “razón social” para las personas transgénero, esto marcó su gobierno negativamente entre los evangélicos.