sábado, 20 de agosto de 2016

Ex drogadicta dice que Dios le habló cuando iba a suicidarse

Cuando las cosas se ponen difíciles, algunas personas recurren a la oración, mientras que otros van por mal camino y terminan siendo adictas a las drogas. Anneshia Freeman era una de las que estaba perdida, pero finalmente encontró el camino de regreso a Dios.
Desde la infancia, la vida fue difícil para Freeman. Ella tenía un padre ausente y una madre con esquizofrenia. Por sufrir de una enfermedad mental, su madre le presentó la fe cristiana a ella de una manera distorsionada.

“Yo tenía una relación personal con Dios, pero fue distorsionado. Pedí a Dios que entrara en mi corazón cuando tenía siete u ocho años. Le dije a mi madre y yo estaba tan feliz, pero ella era una fanática religiosa. Ella tenía una relación donde yo debía ser perfecta. Cuando llegó el momento de la adolescencia, pensé, ‘¿por qué debería seguir intentando'”, dijo.
Cuando Freeman fue a la escuela, ella se tornó rebelde hasta el punto de cruzar la línea. Descubrió las drogas y la vida escolar prácticamente la abandonó. Después de su graduación, las cosas continuaron peor.
“Yo estaba viviendo en Chicago cuando mi adicción me llevó abajo.
Solía ​​fumar marihuana, beber alcohol y de vez en cuando inhalar cocaína. Dejé de pagar las facturas. Todo mi dinero empezó a irse sólo por la cocaína”, recuerda.
Durante 12 años, ella vivió en las calles, donde se convirtió en una víctima de abuso sexual. Un día, cuando el dolor parecía insoportable, decidió suicidarse en una estación de autobuses. Sin embargo, lo que sucedió después cambió su vida para siempre.
“Estaba pensando en mi salto a la muerte cuando un hombre detrás de mí, me dijo. ‘No te atrevas a renunciar’. Creo que el hombre era un ángel. No sé quién era, pero yo me estaba preparando para salir de este mundo”, dice.
“¡Yo quedé impresionada!, quiero decir, que hay un Dios ahí fuera que se preocupa por una prostituta viciada en crack, que se estaba preparando para acabar con su vida. Dios me habló por medio alguien que no me conocía y no sabía lo que iba a hacer”, dijo la ex adicta a Christian Today.
Desde ese incidente, la vida de Freeman fue transformada. Ahora ella va a la iglesia con regularidad y sigue creciendo su fe en Dios.