martes, 29 de marzo de 2016
Así ha quedado la histórica ciudad de Palmira tras el paso del Estado Islámico
La ciudad de Palmira (Tadmor, en árabe) se levantó en un oasisrepleto de palmeras, en el desierto. Su esplendor empezó hace 2.000 años y llegó al apogeo durante el Imperio de Palmira, encabezado por la reina Zenobia. La monarca gobernó entre los años 268 y 273, hasta que sus dominios volvieron al Imperio Romano.
El paso del tiempo fue en Palmira menos cruel que en otros lugares y la ciudad, antiguo punto de encuentro de caravanas de la Ruta de la Seda, pudo conservar en muy buen estado parte de sus vestigios grecorromanos.
La UNESCO declaró Palmira Patrimonio de la Humanidad en1980 junto a otros cinco lugares en Siria, y en el 2013, la incluyó en la lista de patrimonio en peligro a causa de la guerra que estalló en Siria en el 2011.
El 20 de mayo del 2015, Palmira cayó en manos del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que había arrasado yacimientos arqueológicos de enorme importancia en Irak porque los pueblos de la antigüedad “adoraban a ídolos”.
En Palmira, los yihadistas masacraron al menos a 400 personas en mayo, decapitaron a 20 hombres en el espectacular teatro romano, donde 25 soldados sirios fueron ejecutados a tiros por niños reclutados por el EI. Más tarde, el EI decapitó al jefe deAntigüedades de Palmira, Jaled al Asaad, de 81 años, por negarse presuntamente a revelar dónde se habían escondido varios tesoros.
Palmira, que recibía la visita de decenas de miles de turistas antes de la guerra, contaba con templos, más de mil columnas, unacueducto romano, un teatro, una formidable necrópolis y una ciudadela, entre otras joyas.
El teatro es uno de los monumentos que sigue en pie, según muestran las imágenes que el Gobierno sirio y medios locales han difundido el lunes, tras la reconquista de Palmira por el Ejército sirio, con el apoyo de milicias aliadas y la aviación rusa.
Una parte de las ruinas de la ciudad aguanta, aunque ha sufrido daños, tras diez meses en manos de los yihadistas, según el director de Antigüedades y Museos de Siria, Maamun Abdelkarim.
Pero algunas de las obras más importantes han sido destruidas totalmente o de forma parcial. “La segunda ola de destrucción de Palmira empezó con la llegada de Daesh (acrónimo árabe del EI) en mayo del 2015. Han ejecutado a Jaled al Asaad, han saqueado el yacimiento, han dinamitado los templos de Bel y Bal Shamin, trestorres funerarias y el Arco del Triunfo”, explica a este diario, desde Francia, el arqueólogo sirio Ali Cheikhmous, de la Universidad de Estrasburgo.
“Han destruido o roto estatuas como la del León al Lat y han quemado momias, según hemos visto en fotografías”, señala Cheikhmous, miembro de la Asociación para la Protección de la Arqueología Siria.
Cheikhmous asegura que la destrucción de Palmira empezó mucho antes de que la capturara el EI. “Comenzó en febrero del 2012, cuando el Ejército sirio se instaló en la ciudad antigua. Utilizó excavadoras, levantó parte del terreno, construyó trincheras, túneles, caminos en la zona arqueológica y destruyó una parte del Campo de Diocleciano para instalar cañones y carros (de combate)”, explica el arqueólogo.
Los bombardeos de la aviación rusa que acompañó a la ofensiva del Ejército sirio para retomar Palmira también causaron daños. “Bombardearon al Daesh cerca de la ciudadela y el yacimiento arqueológico. Según los vídeos y las fotos, la ciudadela ha resultado dañada por los lados este y norte”, asegura Cheikhmous.
El museo del recinto arqueológico, también ha sufrido estragos. Hayestatuas despedazadas y el suelo lleno de escombros, aunque algunas esculturas podrán rehabilitarse, según el director de Antigüedades y Museos de Siria, Maamun Abdelkarim, que se ha mostrado hoy muy optimista respecto al estado de Palmira.
“Nos esperábamos lo peor, pero el 80% de las ruinas está en buen estado” y “si tenemos la aprobación de la UNESCO, podremos restaurar los edificios destruidos y dañados en cinco años”, ha señalado Abdelkarim.
Algunos arqueólogos se han mostrado sorprendidos del optimismo de las autoridades de Damasco y sus aliados rusos se han mostrado mucho más pesimistas. "Los monumentos arquitectónicos de valor mundial han quedado en buena medida destruidos por la acciones criminal de los terroristas del EI", dijo el jefe del Centro de Pacificación ruso en Siria, general Serguéi Kuralenko.
Hasta hoy, los expertos no han podido acceder a algunas zonas de Palmira, ya que el EI la había minado y se han tenido que desactivar todos los explosivos.
La pesadilla para esta ciudad antigua no ha terminado. Cheikhmous teme que continúen los saqueos de antigüedades que llevó a cabo el EI, ahora por parte de las tropas sirias y sus milicias afines.
Palmira “va a seguir en peligro porque los soldados se van a instalar de nuevo en el sector arqueológico y lo van a a transformar otra vez en una especie de campo militar. Proteger el yacimiento no está entre las prioridades del Ejército sirio ni de los otros actores militares. Su prioridad es vencer al adversario”, recalca Cheikhmous.
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