Dos declaraciones de los líderes islámicos conmocionaron a Israel esta semana. Primeramente, el gran Mufti de Jerusalén, el clérigo musulmán responsable de la mezquita de Al-Aqsa, que se encuentra sobre el Monte del Templo, afirmó que el local alberga una mezquita “desde la creación del mundo”.
El jeque Muhammad Ahmad Hussein, dijo en una entrevista televisiva que nunca hubo un templo judío en la cima del monte Moriah.
Ignorando los relatos del Antiguo Testamento, que preceden por más de dos milenios al Corán y los hallazgos de la arqueología, él no tiene en cuenta el registro histórico de que esa mezquita fue construida en el siglo VIII, a instancias del califa Abd al-Malik.Él dijo que el sitio, es considerado el tercer lugar más sagrado del Islam, acoge una mezquita desde la época de Adán y que fue construida por los ángeles.
El mismo desmiente la tradición islámica, ya que en el historiador musulmán del siglo décimo Muhammad ibn Aḥmad Shams al-Din al-Muqaddasi escribió sobre Jerusalén, diciendo: “Aquí están las maravillas de Salomón y sus ciudades”. Una guía publicada por el Waqf musulmán en 1924 donde reconoce que allí estuvieron en otros tiempos, dos templos judíos.
Hussein fue nombrado por el presidente palestino Mahmoud Abbas. Él colecciona declaraciones polémicas apoyando ataques suicidas contra israelíes.
La disputa sobre el derecho de los judíos de subir a orar en su lugar sagrado, existe desde que se retomó a Jerusalén por el gobierno de Israel durante la guerra de 1967. El sitio en esa época pertenecía a Jordania, por causa de un acuerdo, se mantiene bajo el dominio islámico desde entonces.
Amenaza externa
Esta semana, el ministro de Relaciones Exteriores de Catar, Khalid Al Attiyah, hizo una amenaza a Israel. Le dijo a la red televisiva de Al Jazeera que el Estado judío “ofende a los 1,5 billones de musulmanes en el mundo” por sus acciones en el Monte del Templo.
Al-Attiya acusa a Israel de “intransigencia” en la forma en que trata a los palestinos. Advirtió que la situación actual constituye una “tercera intifada” que podría convertirse en “la peor intifada”. Conocido por su apoyo financiero al grupo terrorista palestino Hamas, Catar insiste en que no hay acuerdo de paz, por la “la ocupación israelí en tierras palestinas”.
Estas afirmaciones sólo se suman a la tensión, pues ocurren de manera simultánea, procedentes de fuentes internas y externas. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha dicho que combatirá duramente contra la llamada “intifada de los cuchillos”.
En las últimas semanas, se han dado casos diarios de ataques y muertes en diferentes partes del país. Ya han muerto más de 50 palestinos (siendo la mitad terroristas) y nueve israelíes. Más de mil personas resultaron heridas durante las protestas incesantes contra el ejército israelí en Cisjordania y en Jerusalén.
Ellos son orquestados por grupos como Hamas y sería una manera de obligar al gobierno a que garantice el acceso al Monte del Templo sólo a musulmanes.
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