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Algunos obispos dijeron que estaban comprometidos con revertir el fallo de junio de la Corte Suprema de la nación respecto al matrimonio entre personas del mismo sexo. El arzobispo Joseph Naumann, de Kansas City, Kansas, dijo que se necesitaba un esfuerzo común para “construir consenso” para lograrlo. Como ejemplo, señaló a nuevas leyes estatales que han dificultado el acceso al aborto, aunque el procedimiento sigue siendo legal en todo el país.
“No creo que porque cinco jueces de la Corte Suprema cambiaron la política pública sobre un asunto tan fundamental nosotros debamos simplemente aceptarlo. Pienso que tenemos que ser tan fuertes como lo hemos sido en el asunto en pro de la vida”, señaló Naumann en la reunión de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos en Baltimore.
El obispo Robert Baker, de Birmingham, Alabama, dijo que los obispos deberían unirse a otros grupos religiosos para trabajar en la protección de trabajadores que se nieguen a participar en matrimonios del mismo sexo. Los obispos no han dicho específicamente qué tipo de protecciones de conciencia apoyan para autoridades civiles.
“Espero que no dejemos pasar esa defensa”, agregó Baker.
El arzobispo Joseph Kurtz, presidente de la conferencia de obispos, enfatizó el esfuerzo de los obispos por obtener exenciones religiosas para organizaciones benéficas, escuelas e individuos para empresarios que se opongan al matrimonio homosexual y otras leyes y regulaciones.
Decenas de diócesis de Estados Unidos y grupos católicos sin fines de lucro han demandado al gobierno del presidente Barack Obama por el requerimiento de cobertura de control de natalidad en la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible de Estados Unidos.
La reunión de obispos se produjo pocos días después de los ataques de extremistas islámicos en París. Los obispos estadounidenses dijeron que rezan por las víctimas de la violencia y renovaron su compromiso para reubicar a refugiados sirios, mientras algunos gobernadores de Estados Unidos amenazaron con dejar de aceptarlos. Las diócesis estadounidenses tienen una vasta red de grupos caritativos que ayudan a reubicar a refugiados.
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