Las versiones difundidas por los medios decían que la menor había sido entregada por su familia a un hombre de 40 años para que se casara y que había fallecido por las graves lesiones internas que había sufrido durante la primera noche de bodas.
Su caso, revelado inicialmente por un periodista y negado por las autoridades de Sanaa, provocó un escándalo internacional, además del rechazo de distintos grupos por la defensa de los derechos humanos y exponentes políticos, encabezados por la alta representante de la diplomacia europea, Catherine Ashton, quien se manifestó "consternada" por su muerte.
Las autoridades yemenitas habían anunciado que abrirían una investigación para sacar a la luz la verdad del caso, hasta que el martes, Musleh Al Ghazzi, director de las investigaciones criminales de la región de Harad, en la provincia de Hajja, noroeste del país, informó que la niña se llama Rawan Mohamed Abdo Hattane.
La pequeña -morena, con un vestido claro de medias mangas y el velo sobre sus cabellos- fue mostrada por las autoridades en imágenes que se difundieron el día martes. La niña además aseguró no haberse casado nunca.
"Todo aquello que dijeron es falso. Mi hermana mayor, que tiene 18 años, es quien se casó recientemente", comentó. A su lado estaba un hombre que el magistrado presentó como su padre y que no hizo declaraciones.
En los días pasados, activistas dijeron que en efecto Rawan tenía una hermana que se había casado, pero que tendría sólo dos años más que ella.
La ministra yemenita de los derechos humanos, Houria Machhour, dijo el sábado que quería tomar medidas para hacer aprobar una ley que prohibiese las bodas a las menores de 18 años.
En 2009 un proyecto de ley para fijar la edad mínima en 17 años fue bloqueada en el Parlamento por las protestas de los diputados conservadores.
Según estadísticas internacionales, cerca del 14% de las jóvenes yemenitas se casa antes de los 15 años y en zonas rurales las niñas son obligadas a contraer matrimonio desde los 8 años.
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