El avión que transportaba al plantel profesional del Chapecoense se estrelló en el cerro Gordo, en La Unión, Medellín. Murieron 71 personas y sólo sobrevivieron seis (AFP)
Las historias alrededor de la tragedia del Chapecoense, en la cual murieron 71 personas entre futbolistas, cuerpo técnico, dirigentes y tripulación, salen a la luz a medida que pasan las horas. Historias de los jugadores, de aquellos sobrevivientes que no subieron al fatídico vuelo de LAMIA o de aquellos simpatizantes que esperaban la gloria infinita de su equipo.
Pero también los relatos "mágicos", tan característicos en estas circunstancias y en estas tierras. Es así como en Colombia, más precisamente en La Unión, Medellín, circula la historia de un niño de unos 10 años al que nadie aún identificó.
El pequeño fue de los primeros en arribar al cerro Gordo, el lugar donde el vuelo del Chapecoense se precipitó. Quienes lo vieron calculan que tendría alrededor de 10 años. De contextura frágil pero decidido fue vital para guiar a los rescatistas en el primero de los salvatajes, en el que llevó con vida al futbolista Alan Ruschel.
Durante el rescate de las víctimas muchos testigos vieron a un niño, de los primeros en arribar al lugar del siniestro. Ayudó y guió a los socorristas y luego desapareció (AP)
Durante el rescate de las víctimas muchos testigos vieron a un niño, de los primeros en arribar al lugar del siniestro. Ayudó y guió a los socorristas y luego desapareció (AP)
"Cuando estábamos parqueando las camionetas llegó un niño y nos dijo que a unos heridos los estaban sacando por otro lado", indicó Sergio Marulanda, uno de los lugareños que cooperó con la evacuación de los supervivientes. El menor continuó con los fornidos y voluntarios rescatistas y pudieron sacar con vida a Ruschely a otras cinco víctimas del vuelo que aún vivían.
La orden de que llevara consigo al misterioso niño de quien todavía nadie sabe nada más que su presencia, fue dada a Marulanda por un policía: "Usted es el primero en llegar, monte al niño en la camioneta y vaya a recoger a los heridos".
Pero la de ese niño no habría sido la única aparición de menores en la impactante escena del siniestro. Otros testigos también aseguran que allí, entre los restos del avión de LAMIA y entre los cuerpos sin vida, había más pequeños que actuaban como socorristas.
El teólogo evangélico Juan Stam relata un encuentro insólito que vivió en primera persona. Ocurrió en 2002, en La Habana, entre un grupo de pastores protestantes y Fidel Castro. Ha fallecido el líder revolucionario cubano este 25 de noviembre, a los 90 años. Líder autoritario o tirano sin más para media humanidad, leyenda revolucionaria y azote del imperialismo yanqui para los más desposeídos y la izquierda militante, Fidel Castro era el último superviviente de la Guerra Fría y seguramente el actor político del siglo XX que más titulares acaparó a lo largo de sus 47 años de mando absoluto en Cuba. Estrenó su poder caudillista el 1 de enero de 1959 tras derrocar al régimen de Batista. Ni siquiera en el ocaso de su existencia, después de que una enfermedad lo apartó del Gobierno en 2006, desapareció su influencia en la isla caribeña. Con el título “La noche que enseñé el Apocalipsis a Fidel Castro”, el teólogo evangélico Juan Stam relata un encuentro insólito que ocurrió en 2002, en Cuba, entre un grupo de pastores protestantes y Fidel Castro. Retomamos este artículo que por su interés les exponemos en su totalidad a continuación:
“LA NOCHE QUE ENSEÑÉ EL APOCALIPSIS A FIDEL CASTRO”
Corría el mes de octubre del año 2002 y me encontraba en La Habana participando en un encuentro teológico sobre la Reforma protestante. Una noche, al final de la jornada del día, nuestro líder nos pidió a todos sentarnos porque tenía un aviso. Fidel Castro nos había invitado para una entrevista esa misma noche, desde las once horas hasta las dos de la madrugada. Entramos en la sala, saludamos a Fidel y sacamos fotos. La sala era bastante larga pero muy angosta, y me tocó sentarme a un extremo. Al principio Fidel hablaba en voz baja y no pude oír todo bien. Pero de repente me di cuenta de que Fidel estaba haciendo preguntas sobre el Apocalipsis: "Ustedes que son pastores", nos dijo, "Cómo entienden el libro del Apocalipsis". Parecía que lo había estado leyendo. Con mucho respeto nos preguntaba, "¿Qué pasa con los derechos humanos, cuando se mata tanta gente que parece un genocidio? ¿Y cómo explicar ecológicamente la destrucción de los bosques y mares?" Eran buenas preguntas, pero difíciles y Fidel esperaba una respuesta.
Como algunos del grupo sabían de mis escritos sobre el Apocalipsis, le dijeron a Fidel, "Mira, Fidel, ahí está alguien que te lo puede aclarar". Jamás había yo esperado tal situación, pero de repente me encontraba con la pelota entre mis pies, a ver si se podría lograr "un gol del Espíritu Santo", como suele decir nuestro querido amigo, Pablo Richard. Envié una plegaria al Todopoderoso, traté de organizar mis ideas, y comencé a responder a sus preguntas.
Como la palabra "apocalipsis" tiene tan mala fama, comencé con aclararle a Fidel que esa palabra no significa catástrofe, hecatombe o calamidad, sino "la manifestación (el significado de "Apocalipsis") de esperanza en Cristo Jesús". Fidel se mostró sorprendido y comentó, "Entonces, hay un problema semántico con ese término". ¡Exacto! Pude ver que tenía un buen alumno.
Después señalé que la mayor parte del Apocalipsis son visiones, y las visiones hay que saber interpretarlas. Pueden ser literales y futuras, pero no necesariamente y no siempre. Pero siempre son mensajes de Dios a los impíos, llamándoles a la conversión. Por eso el libro dice varias veces, después de unas visiones muy fuertes, "y sin embargo, no se arrepintieron". Muchas visiones, como las de quemar una tercera parte de los bosques, cambiar las aguas en sangre o matar una tercera parte de la humanidad, no son predicciones de cosas que Dios va a hacer en el futuro. Son más bien un llamado a la conciencia. Terminé mi respuesta con señalar las fuertes críticas que Juan de Patmos lanza contra el imperio romano, sobre todo por sus injusticias económicas, su sangriento militarismo y su idolatría. Yo había escrito mucho sobre eso, y ahora sentí que Dios me había estado preparando para decírselo a una de las personas más importantes de nuestro tiempo, en esa inesperada oportunidad.
Cuando terminé la explicación, Fidel comentó, "Usted tiene mucha razón, veo que los jesuitas me enseñaron mal el Apocalipsis". (Eso último en broma, porque él había estudiado con los jesuitas).
A mediados de la entrevista le hablamos a Fidel de nuestra fe en el Dios de amor, de la vida y de la justicia. Muchos ateos, dijimos, están rechazando a un "dios" falso, que no es el Dios verdadero. A eso respondió Fidel, "Por supuesto, la fe es un asunto personal que tiene que nacer de la conciencia de cada persona. Pero el ateísmo no debe ser una bandera". A eso de las dos de la madrugada, Fidel se disculpó porque tenía otro compromiso, pero dijo que tenía una última pregunta: "Veo que ustedes son evangélicos. Explíquenme que significa eso, quien sabe si soy uno sin darme cuenta". Nuestro líder, Israel Batista, no despreció tan oportuna invitación. Se mostró al nivel del desafío, y expuso el evangelio en términos que Fidel iba a poder entender bien. Al final de su exposición propuso que nos pusiéramos en pie para orar. Fidel también se puso de pie, e Israel nos dirigió en oración. Al salir de la sala, miembros del protocolo de Fidel me pidieron enviar escritos sobre el tema y me aseguraron que Fidel lo leería. El día siguiente tuvimos la tradicional visita con el director de relaciones religiosas del gobierno, un señor Balaguer, y comenzó la sesión comentando, "Me dicen que tuvieron una conversación muy interesante anoche sobre el Apocalipsis, y yo también tengo una pregunta". Creo que todo esto es representativo de un gran interés en el Apocalipsis y, en general, en la palabra de Dios. ¡Oremos por Cuba, hermanos y hermanas, y por los demás países de nuestro continente en esta coyuntura decisiva! (Agradezco a Carmelo Álvarez haberme ayudado a recordar esta conversación con Fidel).
Reproducimos esta nota sobre la muerte del Fidel Castro, acaecida el viernes pasado, haciendo notar como el Romanismo Católico cumple a cabalidad lo que dice la Biblia respecto a que es la gran ramera, que embriaga con sus abominaciones a todos los reyes de la tierra. El catolicismo a la hora de hacer alianzas con los gobiernos del mundo, no hace diferencias con los gobiernos, sean de derecha o de izquierda o de centro, para cuidar sus intereses hacen alianzas con todo el mundo. En este caso, aun cuando Castro reconoció que era ateo durante toda su vida, el Papa Francisco prometió plegarias por el alma del ex presidente cubano. La Biblia dice que antes de morir hay que ponerse a cuentas con Dios, y que despues de la muerte no hay esperanza. Aquí esta la nota integra:
En un telegrama enviado al presidente de Cuba, Raúl Castro, el papa Francisco expresó sus condolencias por la muerte de Fidel Castro ex presidente y líder de la revolución cubana.
El Papa Francisco es el tercer pontífice en visitar Cuba después de San Juan Pablo II y Benedicto XVI. Francisco se reunió con Raúl Castro en 2015.
En su mensaje, el Papa señaló que reza por el descanso eterno del líder cubano y ofreció su más sentido pésame “a los demás familiares del difunto dignatario, así como al gobierno y al pueblo de esa amada nación”.
"Al recibir la triste noticia del fallecimiento de su querido hermano, el excelentísimo señor Fidel Alejandro Castro Ruz, expresidente del Consejo de Estado y del Gobierno de la República de Cuba, expreso mis sentimientos de pesar a vuestra excelencia", afirma el pontífice.
Además, Jorge Bergoglio extiendiò su pésame "a los demás familiares del difunto dignatario, así como al Gobierno y al pueblo de esa amada nación".
"Al mismo tiempo, ofrezco plegarias al Señor por su descanso y confío a todo el pueblo cubano a la materna intercesión de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, patrona de ese país".
Fidel Castro, que gobernó Cuba durante cerca de 50 años, recibió en la isla a tres Papas, entre ellos el papa Francisco en 2015 y le regaló un libro y dos CDs con homilías y canciones del P. Armando Llorente, sacerdote jesuita español que fue maestro de escuela de Castro y que pidió su conversión antes de morir.
El pastor Ramón Bejarano nació en Ciudad Bolívar, el 25 de Octubre de 1944. Su padre era oriundo de la Isla de Margarita y su madre de Uracoa, Estado Monagas.
Una vez egresado del I.B.C. con apoyo de los pastores: Eliodoro Mora, Wilfredo Morris, Abraham Hance y Luis Sáez, fundó una obra en La Pastora, Caracas, en un local que pagaban los mencionados hermanos, poniéndole por nombre El Buen Pastor.
El 1º. de Julio de 1967 contrae matrimonio con la joven Beatriz Elena Vielma, la cual fue oficiada por el Rev. Eliodoro Mora, pues ella era miembro de la iglesia que pastoreaba el hermano, es decir, el Templo Evangélico Pentecostal de Catia.
Luego se trasladan al Estado Guárico, San Juan de los Morros, a pastorear la Iglesia Ebenezer. De San Juan, pasan a Caracas nuevamente a pastorear el Centro Evangelístico de la Redoma de Petare y al resultar electo Presbítero del Distrito a tiempo completo viajan a Maracay en Diciembre de 1970. En Caracas pastorea la Iglesia Hermón en el Valle, durante nueve años, donde resulta electo por primera vez Superintendente General, labor que realiza durante quince años.
Ocupó los cargos de: Sec Tesorero de CELAD por seis años; Presidente de la Confraternidad de Pastores de Caracas por 17 años; Secretario y Primer Vicepresidente del Consejo Evangélico de Venezuela por 4 años; Primer Vicepresidente del Consejo Evangelico de Venezuela; miembro fundador de la Confederación de Iglesias Pentecostales de Venezuela, siendo su presidente durante 4 años.
Actualmente, pastorea junto con su esposa la Iglesia Fieles Discípulos de Cristo de las Asambleas de Dios del Distrito Hispano del Este, en la ciudad de Búfalo, Estado de Nueva York y es principal del Instituto Bíblico en esa ciudad.
Las Asambleas de Dios de Venezuela se han extendido por todo el país, cuenta con más de 1400 iglesias, y prácticamente no existe población donde no estén presentes, siendo la punta de lanza del evangelio en nuestro país, sus iglesias y sus ministros son un ejemplo formidable de entrega y dedicación a la obra de Dios.
Un avión en el que viajaba el equipo de fútbol brasileño Chapecoense, finalista de la Copa Sudamericana, se estrelló este lunes en la noche cuando estaba próximo a aterrizar en el aeropuerto José María Córdoba de Medellín.
El general José Acevedo, jefe de policía en la zona, dijo que sólo seis personas fueron rescatadas con vida, sin embargo una de ellas, el portero Danilo Padilha, murió cuando era atendido en el hospital donde fue conducido, confirmó la Cruz Roja.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, confirmó a BBC Mundo que 76personas fallecieron.
Gutiérrez señaló que los restos de las víctimas fatales serán trasladados hacia Medellín, y próximamente comenzarán los trámites de repatriación a través de la Cancillería colombiana.
El alcalde describió como una "enorme tragedia" lo ocurrido.
Aeronáutica Civil de Colombia informó que el avión de la aerolínea boliviana Lamia, con 81 personas a bordo, "se accidentó en el Cerro Gordo, enjurisdicción del municipio de La Unión, Antioquia", donde se encuentra el aeropuerto José María Córdoba.
En él viajaban 72 pasajeros, entre los cuales estaban los futbolistas del club Chapecoense, así como 9 tripulantes bolivianos.
Además de los jugadores y personal del Chapecoense viajaban en la aeronave numerosos periodistas.
De acuerdo a varios reportes de medios locales, la Agencia de Aviación Civil de Brasil (ANAC) le había negado la autorización del vuelo chárter que el club había contratado inicialmente para su traslado a Colombia.
Por esta razón tuvo que cambiar de planes y escogió a la aerolínea boliviana Lamia Corporation para viajar, con un retraso de dos horas respecto de lo deseado originalmente para llegar a disputar el partido en Medellín.
La aeronave había salido del aeropuerto Guarulhos de Sao Paulo, Brasil, en la tarde del lunes, y había hecho una escala en el aeropuerto Viru Viru, de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, desde donde se dirigía luego a Medellín.
Era el único avión de la línea aérea y tenía al mando una tripulación boliviana, informó a Efe el jefe del aeropuerto de Viru Viru, Adid Cabrera.
La aeronave estaba a cinco minutos de aterrizar cuando se accidentó en una región montañosa de difícil acceso.
Lamia, Línea Aérea Mérida Internacional de Aviación, se fundó inicialmente en Venezuela, pero fue reubicada a Bolivia.
Heridos en hospitales
En total seis heridos fueron trasladados a clínicas y hospitales locales, según informes.
Sólo dos de los 22 jugadores del Chapecoense sobrevivieron.
Radio Caracol confirmó que el primero de los heridos en ser trasladado, el lateral izquierdo Alan Luciano Ruschel, de 27 años, se encuentra en la Clínica San Juan de Dios en el municipio de La Ceja, el más cercano al sitio del accidente.
Medios de comunicación locales informaron que Ruschel llegó conmocionado en una ambulancia a la clínica, pese a lo cual preguntaba insistentemente por su familia y pedía que le guardaran su anillo de matrimonio.
Otros dos jugadores del club, el portero Danilo, de 31 años, y Jackson Follmann, de 24 años, fueron ingresados a otro hospital local. El guardameta murió horas después cuando era atendido por los médicos.
Un periodista, Rafael Henze, también fue trasladado a un centro médico y una de las integrantes de la tripulación boliviana, la auxiliar de vuelo Jimena Suárez, se encuentra en otro hospital.
Image copyrightINSTAGRAMImage captionEsta fue publicada por el jugador Alan Ruschel, uno de los sobrevivientes del accidente, minutos antes de partir hacia Colombia.
"Transportar heridos es difícil debido al lodo", dijeron los reporteros que también hablaron de una temperatura de entre 4 y 5 grados centígrados lo que agrava el riesgo de hipotermia.
Autoridades locales pidieron a la población camionetas 4x4 para facilitar el traslado de heridos, camillas, canastos, torres de iluminación y traductores.
Cerca de 150 personas participan del operativo de socorro.
"Fallas eléctricas"
El avión se reportó como desaparecido cerca de las 21:30 hora local, 02:30 GMT, y se habría precipitado a tierra cerca de las 22:34. La tripulación declaró una emergencia por "fallas eléctricas", informó en un comunicado el Aeropuerto José María Córdoba.
"Hacia las 10 de la noche del lunes nos informaron de la desaparición del avión y de inmediato instalamos un salón de crisis en el aeropuerto José María Córdova para atender cualquier emergencia", le dijo a BBC Mundo Mauricio Parodi, director de la Departamento Administrativo del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres de Antioquia, que ha liderado el operativo de rescate.
"Después de 15 minutos de no recibir información de un avión que estaba aproximándose al único aeropuerto que hay en la zona, sabíamos que había una alta probabilidad de que la aeronave se hubiera precipitado a tierra", agregó.
De acuerdo al reporte, el avión se partió en tres pero no estalló.
"Estaba lloviendo mucho, había poca visibilidad debido a una neblina que cubrió la zona de accidente, lo que dificultó mucho el acceso de los rescatistas al cerro El Gordo, donde ocurrió el accidente", describió Parodi.
"Hasta ahora hemos logrado sacar seis personas con vida que fueron trasladadas a centros de salud cercanos. Pero aún seguimos en la búsqueda de los demás pasajeros", detalló a BBC Mundo
Image copyrightMI ORIENTEImage captionLas autoridades locales pidieron a la población camillas, canastos, vehículos 4x4 y traductores.
Un helicóptero de la Fuerza Aérea Colombiana enviado para las operaciones de rescate tuvo que cancelar su sobrevuelo debido a las condiciones negativas.
El club brasileño de la ciudad de Chapecó, en el estado de Santa Catarina, en el sur del país, había alcanzado hace ocho días el mayor triunfo de su historia al clasificarse para jugar la final de la Copa Sudamericana frente al Atlético Nacional.
Estaba previsto que el Chapecoense jugaría el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional de Medellín este miércoles.
El presidente de Brasil, Michel Temer, decretó este martes tres días de duelo nacional por la tragedia de los considerados "Héroes del Oeste".
"El gobierno hará todo lo posible para aliviar el dolor de los amigos y familiares del deporte y del periodismo nacional", dijo el mandatario.
Image copyrightAFPImage captionChapecoense había alcanzado por primera vez la final de la Copa Sudamericana, el segundo torneo más importante de la región.
También el rival en la final se solidarizó con el dolor de los familiares y personas cercanas al club brasileño.
"Nacional lamenta profundamente y se solidariza con Chapecoense por el accidente ocurrido y espera información de las autoridades", dijo el club colombiano en su cuenta de Twitter.
"Que Dios esté con nuestros deportistas", dijo en su cuenta de Twitter el club Chapecoense.
Conmebol
El equipo brasileño es dirigido por el conocido técnico Caio Junior, quien estuvo al frente de Palmeiras y Flamengo, entre otros clubes.
El Chapecoense, conocido por su juego colectivo, sólo había subido a la primera división en 2014.
La Confederación Sudamericana de Fútbol suspendió hasta nueva orden todas las actividades competitivas, informó el organismo rector del fútbol en la región.
"Todas las actividades de la Confederación quedan suspendidas hasta nuevo aviso", precisó la Conmebol, que lamentó lo ocurrido.
El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, se trasladará a Colombia.
Por su parte, la Confederación Brasileña de Fútbol también expresó su consternación ante el accidente.
El Chapecoense ha sido descrito por periodistas del fútbol de Brasil como un equipo pequeño y joven que goza de enorme cariño entre el público.
Trás recibir la solicitud de detención por supuesto fraude por el fiscal español, Neymar declara abiertamente en el día de ayer en las redes sociales su fe en Cristo Jesús.
“Siempre supe que levantar su nombre podría causar controversia, discordia, celos, mal de ojo y todas las cosas malas … porque el Señor Dios es el que me ilumina y me guía por su camino … y sabemos que todas las peleas son contra principados y potestades, pero juntos con la familia se que aunque vengan más pruebas Dios está con nosotros, estamos listos… tenemos a Jesús! “, publicó el jugador brazileño.
Esta acusación de corrupción levantada contra Neymar, su familia y aquellos líderes de Santos y Barcelona fue presentada en la corte de España por la DIS, una compañía de fondos de inversión en el fútbol.
Las sospechas actuales frente a Neymar se basan en la omisión del verdadero valor de la transacción del atleta a Barcelona en 2013. Una vez concluída la transferencia, Santos y Barcelona habían declarado oficialmente que el costo del negocio representó 17,1 millones de euros. Sin embargo, la Corte Nacional obtuvo como conclusión que el valor excede a los 83 millones de euros.
Los montos estipulados estaban dispuestos de la siguiente manera: DIS recibió el 40% de los 17,1 millones. Santos tuvo el 55% de los derechos económicos del fondo de inversión Neymar y Teisa fue del 5%.
Paralelamente a este acuerdo, Barcelona pagó 40 millones de euros directamente a la empresa N & N, Neymar’s padres. En el proceso que se está ejecutando en España, la DIS sostiene que esta cantidad formaba parte de las negociaciones y, por lo tanto, deben ser repartidas entre los entonces titulares de los derechos. La acusación plantea y cree que las negociaciones paralelas entre Barcelona y la empresa familiar habrían violado las reglas de transferencias de la FIFA.