En Israel, es muy difícil no mezclar política y religión. Durante la campaña, Donald Trump hizo varias promesas para el estado judío, la mayoría fue de reconocer a Jerusalén como la capital y que mudaría la embajada de Estados Unidos allí. Dejó claro lo que sería “el mejor amigo que Israel ha tenido”.
Como presidente elegido, hay muchas expectativas a que Trump cumplirá todas sus promesas, según dijo ell ministro del Interior de Israel, Arie Deri también, presidente de Shas, partido religioso ultra ortodoxo de Israel.
Su declaración el jueves (10) sorprendió, por no decir que el resultado de la elección estadounidense podría ser un comienzo de la era mesiánica. “Si tal milagro puede suceder, hemos llegado a los días del Mesías. Así que realmente estamos en la edad de los dolores de parto del Mesías, cuando todo se invierte por el bien del pueblo judío”, afirmó, en una clara referencia a los temores de que ganara Hillary Clinton.
Los expertos aseguraron que ella mantendría las políticas de Obama, abogando por la “solución de dos estados” y la entrega de Jerusalén oriental a los palestinos.
La creencia de que la victoria de Trump, fue contra todo pronóstico, es una señal divina compartida por el rabino Yosef Berger. Él es responsable de cuidar el lugar de descanso final del rey David en el Monte Sión, por lo que dice que está estrechamente ligado a la espiritualidad de la realeza.
Celebrado en Israel
Incluso no haciendo correlación con la venida del Mesías, el Ministro de Educación, Naftali Bennett, celebró la elección del multimillonario. Para él, “la victoria de Trump es una oportunidad para Israel y finalmente dejen la idea de un estado palestino en el centro del país. Esto sólo dañaría nuestra seguridad”.
Reiteró una vez más: “Esta es la posición del presidente electo, escribiendo en su programa de gobierno. También debe ser nuestra política, así de simple. La era de un estado de Palestina llegó a su fin”.
Esta semana, el Sanedrín, que reúne a algunos de los principales rabinos de Israel, hizo un llamamiento a los principales líderes políticos del mundo para ayudar en la construcción del tercer templo. Ellos enviaron un mensaje al nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin.
Otro que cree que Trump fue la providencia de Dios es el rabino Hillel Weiss, un portavoz del Sanedrín. “El presidente Obama tiene una parte muy importante en la campaña. Por supuesto Hashem [Dios] era parte del proceso político, usando a Trump para castigar al presidente Obama y los que estaban trabajando para dañar a Israel”, subraya.
Citó como ejemplo el acuerdo nuclear con Irán, lo que generó un gran temor en Israel, debido a las declaraciones de los líderes islámicos en Teherán. También citó resoluciones de la ONU que tanto obstaculizan a Israel.
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