En un esfuerzo por eludir las leyes de Texas (EE.UU.), aprobado en 2014, que restringía el aborto, la red ‘Whole Women’s Health’ creó una instalación en Las Cruces, Nuevo México, donde las leyes de aborto son prácticamente inexistentes.
Ahora, después de menos de tres años de intensa campaña de oración y de concientización, la Coalición por la Vida de Las Cruces anunció que, desde el 25 de enero de 2017, la clínica ‘Women’s Health’ de Las Cruces decidió cerrar su oficina y salir de nuevo México.
La ‘Whole Women’s Health’ es la tercera red abortista que tuvo que cerrar algunas de sus clínicas en los Estados Unidos en sólo en 2017. También fue la tercera clínica de aborto en Nuevo México que puso fin a sus actividades en los últimos seis años.
Después de la promulgación de ley de licencias de servicios de aborto en Texas, la HB2 en 2013, la red la ‘Whole Women’s Health’ y otras empresas de aborto se vieron obligadas a cerrar varias de sus clínicas en Texas, porque no estaban de acuerdo con la nueva ley.
En un esfuerzo por recuperarse de las pérdidas, la red decidió instalarse en Las Cruces, Nuevo México.
Además de tomar ventajas de la ausencia de leyes reguladoras, la clínica también recomendó que las menores de edad en Texas fueran a Las Cruces, para poder llevar a cabo su aborto, y que no necesitaban el consentimiento de los padres (como es exigido en Texas).
Su viaje a Las Cruces parecía la “solución perfecta” para red abortista, pero las organizaciones pro-vida se movilizaron para evitar que este plan se completara.
Perseverancia
Los pastores Manny y Grace Lardizabal, de la ciudad de Albuquerque (Nuevo México) se movilizaron de inmediato con un equipo de oración para Las Cruces y cubrieron la comunidad y la zona de frontera con sus intercesiones.
Después de la fuerte campaña de oración, los líderes cristianos fueron a la puerta de la clínica de aborto, en su primer día de la operación, pero ‘Whole Women’s Health’ no abrió.
Bajo el título ‘Operação Resgate’, la iniciativa también contó con los activistas Bud y Tara Shaver y Martha Beasley, quien alertó a las autoridades locales por la falta de leyes sobre el aborto y que esto era una violación de las leyes de zonificación, como en el caso de la clínica de Texas. Sin embargo, la ciudad de Las Cruces ignoró los problemas de zonificación y dejó a que la clínica de aborto permaneciera abierta.
Los activistas locales se unieron a la Coalición por la Vida de Las Cruces y presionaron fuertemente a Whole Women’s Health. Se cree que esto contribuyó al cierre de la instalación. En un comunicado, el grupo pro-vida se comprometió a permanecer vigilantes e impedir cualquier nueva clínica de aborto se abra en esta comunidad.
“Las cuestiones financieras llevaban a ‘Whole Women’s Health’ a buscar una nueva instalación en Nuevo México y era probable que tenían problemas financieros por lo que los expulsaron”, dijo Troy Newman, presidente de la “Operación Rescate”.
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