lunes, 30 de enero de 2017

¿Es verdad que solo 144. 000 sellados se irán al cielo?

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Los que se hacen llamar testigos de Jehová piensan y enseñan esta doctrina, ellos afirman que solo 144.00 irán al cielo y que todos los demás estarán en la tierra. Estos falsos testigos no sé de dónde sacan esta enseñanza, la sagrada escritura no la enseña. Verdad fue lo que nos dijo el apóstol Pablo: “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos” (Hechos 20:29-30). Jesús en sus predicaciones nunca enseño que habría una división de los salvos por su nombre, él dijo: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.” (Juan 14:1-3). Así que hermano no se turbe tu corazón, no pienses que iras para otro lado, Jesús enseño que todos estaremos con él, hay una mansión celestial esperando por ti y por mí, no hay dos lugares, como lo enseñan los falsos testigos de Jehová. Todos lo salvos tenemos una misma esperanza, así como tenemos un solo Dios, un solo espíritu, un señor, una fe, esta es nuestra vocación y nadie nos la va a cambiar: “un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo” Efesios 4:4-5). Y solo esperamos a uno, porque solo uno es el que viene, el Dios viviente, que es el salvador de todos los vivientes:

• “Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida por todos. que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.” (2 Timoteo 4:9-10).

• “aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13).

• “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.” (2 Timoteo 4:8).

A los que dicen ser testigos de Jehová hay que enseñarles que Dios no hace acepción de personas, el apóstol Pedro se extrañó de esta situación y por eso lo comprendió en su paso por la casa de Cornelio, esto es lo que enseña las sagradas escrituras desde la antigüedad y en el presente:

• “Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho” (Deuteronomio 10:17).

• “¿Cuánto menos a aquel que no hace acepción de personas de príncipes. Ni respeta más al rico que al pobre, Porque todos son obra de sus manos?” (Job 34:19).

• “Entonces Pedro, abriendo la boca, DIJO: En Verdad Comprendo Que Dios no hay acepción de HACE De personajes” (Hechos 10:34).

• “porque no hay acepción de personas para con Dios.” (Romanos 2:11).

• “Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron.” (Gálatas 2:6).

• “Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas.” (Efesios 6:9).

Todos tenemos un mismo galardón, este galardón está en los cielos y para haya es que vamos todos, no una parte: "porque vuestro galardón es grande en los cielos" (Mateo 5:12). Los testigos de Jehová por lo general han estado convencidos de que sólo los 144,000 irán al cielo. Esto es contrario a lo que enseña la Biblia. Te imaginas hermano que tú estés luchando en este mundo pasando por pruebas y tribulaciones para poder entrar al reino de los cielos y te encuentres que solo 144.00 son los que tendrán este privilegio. De tanta gente que está muriendo por la causa de nuestro Dios, esta cantidad de personas es poca, no te parece? El apóstol juan dijo: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.” (1 Juan 4:1). Les sigo animando que sigamos adelante en nuestra fe, nuestra esperanza de que todos estaremos en el reino de Dios, no importa por donde tengamos que pasar, animemos, la escritura dice: “confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.” (Hechos 14:22). Son muchos los textos bíblicos que nos enseñan que vamos es para el reino de los cielos, vamos para el cielo, nadie se va aquedar en esta tierra, veamos:

• "Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos" (Mateo 8:11).

• "Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros" (1 Pedro 1:3-4).

• "... las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial" (2 Corintios 4:18-5:2).

• "Más nuestra vivienda es en los cielos..." (Filipenses 3:20, Versión Valera 1602), o: "... nuestra ciudadanía está en los cielos" (Reina-Valera 1960).

• "A causa de la esperanza que os está guardada en los cielos" (Colosenses 1:5).

• "Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos" (Lucas 6:23).

• "Pero anhelaban una [patria] mejor, esto es, celestial" (Hebreos 11:16).

• "Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos" (Marcos 12:25).

• "Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial" (2 Timoteo 4:18).

• "Si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos" (Mateo 18:3).

• "Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos"(Mateo 5:3).

• "Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos" (Mateo 5:10).

• "Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos" (Mateo 5:12).

Todos los que hemos sido bautizados en el nombre de Jesús, entraremos al reino de los cielos: “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.” (Juan 3:3-7). Nuestra meta es el reino de Dios: “Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.” (Hechos 8:12). El reino de Dios está en el cielo, y si Jesús dijo que estaremos con él, para donde cree usted que fue llevado cuando se despidió de sus apóstoles? pues para el cielo y un día volverá del cielo:

• "Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo" (Lucas 24:51).

• “Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.” (Hechos 1:9-11).

• "Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios"(Hebreos 9:24).

• "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor" (1 Tesalonicenses 4:16-17).

Si usted querido amigo es testigo de Jehová, probablemente le han enseñado que no debe desear ir al cielo, sino a un paraíso en la tierra. La Biblia enseña: "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón" (Mateo 6:19-21). No crea que su futuro está en esta tierra, eso es un engaño, lo que Dios quiere es que hagamos tesoros en el cielo, haya es donde está el y para haya es que los salvos van a estar.
Los impíos o los que hacen tesoros en la tierra no prosperarán eternamente en esta vida, porque Dios intervendrá, los quitará y entregará su propiedad a los justos. Los justos la legarán como herencia a sus hijos:

• “No te impacientes a causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán pronto cortados, Y como la hierba verde se secarán. Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.” (Salmos 37)

• “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.” (Mateo 5:5)

En el futuro habrá un período cuando Cristo reinará en la tierra por mil años:

• “Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.” (Apocalipsis 20:1-6).

• “Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura. Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar. Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa. ” (Isaías 11:1-10).

No piense que la promesa sobre ese período, cuando Cristo reinará en la tierra, elimina las numerosas promesas acerca del cielo. Los pasajes que vimos muestran que en el cielo se ha reservado, y está reservado, un lugar para los salvados en general, no sólo para algunos de ellos. Además, después que Cristo gobierne como rey hasta que Dios sujete todas las cosas bajo Sus pies, El dará el reino a Su Padre: “Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.” (1 Corintios 15:24-25). Recuerde que aquí en estos mil años habrá muchos que todavía querrán seguir en el mundo pagano de satanás, ya que este será suelto y convencerá a muchos, los cuales Dios destruirá con fuego del cielo: Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión”. (Revelación 20:1-7 VRV). Algunos ha dicho que el reinado de 1,000 años no será en la tierra, pero note lo siguiente: “Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió” (Revelación 20:7-9 VRV).

Ahora hagámonos la pregunta: ¿Quiénes son los 144,000? La escritura especifica con claridad que los 144,000 fueron sellados entre todos los de la tierra para recibir tratamiento especial durante la gran tribulación, y que son de cada una de las 12 tribus de los hijos de Israel: "Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel" (Apocalipsis 7:4). No hay nada en el pasaje que necesite interpretar los 144,000 como alguna otra cosa que no sea literalmente el número de 144,000 judíos, 12,000 tomados de cada tribu de los “hijos de Israel.”
Pero los testigos de Jehová creen que el número no debe interpretarse en forma espiritual, sino literal; no como "un gran número", sino exactamente 144,000. ¿De qué? Si se interpreta literalmente, los 144,000 eran judíos, pero los testigos de Jehová declaran que esta parte no debe tomarse en forma literal, sino espiritual, y que significa "Israel espiritual". Con esto quieren decir que mayormente son testigos de Jehová, con algunos apóstoles y algunos cristianos de los primeros tiempos. Ninguno de los dos capítulos que mencionan a los 144,000 dan base alguna para esta doctrina formulada por hombres. Aunque a los descendientes de Efraín, que cayeron en idolatría, se les menciona en esta lista de las 12 tribus bajo el nombre de José, el padre de Efraín, esto no infiere que algunos de los 144,000 fueron testigos de Jehová que nacieron antes de 1914. Sin embargo, estos son los argumentos que se han usado para declarar que los 144,000 no eran judíos sino testigos de Jehová. Como le parece a usted está mal interpretación sin sentido.

La escritura dice que estos judíos los cuales no son los testigos de Jehová, son “sellados,” significa que tienen una protección especial de Dios de todos los juicios divinos y del anticristo, para llevar a cabo su misión durante el período de la Tribulación: “porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?” (Apocalipsis 6:17). El período de la Tribulación es un período aún futuro de siete años en el cual Dios ejecutará un juicio divino contra aquellos que lo rechazaron y consumará la salvación para la nación de Israel. Todo esto es de acuerdo a la revelación dada por Dios al profeta Daniel: “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos. Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.” (Daniel 9:24-27). Los 144,000 judíos son una clase de “primicias”: “Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero” (Apocalipsis 14:4) del Israel redimido, lo cual ha sido previamente profetizado:

• “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.” (Zacarías 12:10).

• “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito:
Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos, Cuando yo quite sus pecados.” (Romanos 11:25-27).

Su misión es evangelizar al mundo del post-Arrebatamiento y proclamar el evangelio durante el período de la Tribulación. Como resultado de su ministerio, millones vendrán a la fe en Cristo: “Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos.” (Apocalipsis 7:9).

Para concluir quiero especificar que nuestro Dios no divide a los que van hacer salvos, así, como él es uno solo habrá un grupo, no dos como pretender enseñar los mal llamados testigos de Jehová, Dios reunió sus ovejas en un solo grupo de salvados: "También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor" (Juan 10:16). Dios quiere congregar a los dispersos en un solo grupo: “y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos.” (Juan 11:52). No hay Judíos y gentiles que conformen dos grupos, todos pertenecemos al mismo cuerpo: “leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio” (Efesios 3:4-6).

Así, que esta doctrina de los testigos de Jehová es falsa y son muchos los que están arrastrando en su engaño, usted y yo sabemos que el propósito de Dios no es mantener dos grupos distintos de salvados: uno destinado al cielo y el otro a la tierra. Su propósito es reunir a los creyentes de todas las naciones en un grupo unido. Todos los salvos estaremos con Jesús en nuestra mansión celestial, entremos en el reino de los cielos, en donde nuestro Rey Jesús será nuestro señor y Dios. En aquel tiempo nuestros nombres serán nuevos y el nombre de nuestro Dios será revelado su nuevo nombre: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.” (Apocalipsis 2:17). Hermanos lo importante es vencer todo aquello que nos trate de arrebatar nuestra salvación, para estas con nuestro Dios por siempre en el cielo: “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.” (Apocalipsis 3:12).

Dios les siga bendiciendo

Fredy Delgado
Teólogo

1 comentario:

  1. cita "En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.” (Juan 14:1-3). "

    Eso se lo dijo únicamente a los que forman los 144.000(El pequeño rebaño), no a las gran muchedumbre (Que somos nosotros).

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