jueves, 26 de enero de 2017

Sin importar lo dicho por el Papa Francisco, Donald Trump cambiará la Embajada de EE.UU. a Jerusalén



La Casa Blanca confirmó que el equipo del presidente Donald Trumo está en las “etapas iniciales” para mudar la embajada de Estados Unidos en Israel de la ciudad de Tel Aviv a Jerusalen.
Durante su campaña presidencial, Trump prometió a los líderes israelíes reconocer a Jerusalén como la capital de Israel y mudar la embajada americana a esa ciudad.
Su intención fue confirmada el domingo 22 de enero por el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer: “Estamos en las etapas iniciales de la discusión de ese asunto”, dijo a los periodistas.
La embajada americana en Israel queda actualmente en Tel Aviv, referida como la capital reconocida internacionalmente.
Por otro lado, Israel considera a Jerusalén como su eterna capital, pero los palestinos también dicen que la ciudad es parte del futuro Estado Palestino. Los dos lados citan motivos Bíblicos, históricos y políticos para reivindicar la ciudad.
El domingo, el primer ministro Israelí, Benjamin Netanyahu, charló con Trump por teléfono.
Según una nota divulgada por la Casa Blanca luego del contacto, los dos líderes conversaron sobre el refuerzo de la relación EE.UU.-Israel, la estabilidad en Medio Oriente y el monitoreo de las amenazas realizadas por Irán.
“El presidente enfatizó que la paz entre Israel y Palestina solo puede ser negociada directamente entre las dos partes, y que los Estados Unidos trabajarán en estrecha colaboración con Israel para dirigir los acuerdos en ese sentido”, anunció la Casa Blanca.
En la nota, el gobierno también informó que Trumo invitó a Netanyahu a visitar la Casa Blanca en febrero.
Durante el comunicado de prensa, la consejera de Trump, Kellyanne Conway, dijo que el presidente abordó sobre los problemas en Medio Oriente y los conflictos con Irán durante la comunicación con el líder israelí, sin citar la mudanza de la embajada.
Mientras Israel agradece el nuevo apoyo de EE.UU, los palestinos dicen que la mudanza de la embajada puede trabar cualquier perspectiva de paz.
El jeque Ekrema Sabri, imám (autoridad religiosa) de la Mesquita al-Aqsa en Jerusalén, ya había advertido que la mudanza de la embajada sería como una “declaración de guerra”.

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