viernes, 20 de enero de 2017
Las dos Biblias sobre las que jurará Trump y otras 6 curiosidades de la toma de posesión en Estados Unidos
Donald Trump se convertirá en el presidente número 45 de Estados Unidos este viernes.
Las autoridades de Washington DC calculan que cerca de un millón de personas estarán en capital estadounidense para ver al republicano y magnate inmobiliario asumir su cargo como jefe de Estado.
La ceremonia de toma de posesión se realiza desde hace 227 años en Estados Unidos y es considerada como una carta de presentación del nuevo presidente ante los ciudadanos de su país y el mundo.
Según el comité organizador del acto de Trump, la ceremonia del republicano se apegará a la "tradición estadounidense" y será "sobria, pero hermosa".
En BBC Mundo te contamos algunas particularidades que rodean al evento.
El magnate escogió no una, sino dos Biblias para el momento en que tome posesión como presidente de Estados Unidos.
Seguirá la tradición usando el mismo libro sobre el que juró su cargo Abraham Lincoln hace 156 años.
Pero también utilizará una que le obsequió su madre en 1955, cuando se graduó de la primaria a los 9 años en Nueva York.
El jefe organizador de la ceremonia, Tom Barrack, dijo que a Trump le honraría "posar su mano sobre Biblias que guardan especial significado tanto para su familia como para nuestro país".
La tradición de jurar sobre la Biblia comenzó en 1789 en la toma de posesión de George Washington, el primer presidente de Estados Unidos.
El equipo del presidente electo decidió no contratar los servicios de Charles Brotman, el que ha sido maestro de ceremonia en este día desde la toma de posesión de Dwight Eisenhower en 1957.
El orador de 89 años declaró a los medios locales que se sintió "devastado" con la decisión.
"He hecho esto por 60 años", le dijo a la estación de radio estadounidense WJLA.
El encargado de asumir su puesto será Steve Ray, un voluntario en la campaña electoral de Trump quien también es locutor.
Sobre reemplazar a Brotman, Ray le dijo al diario The Washington Post: "Desde mi punto de vista, no estoy llenando sus zapatos ni ocupando su lugar. Solo resulto ser el tipo que viene después".
En diciembre, el presidente electo expresó en Twitter que quería "ver a la gente" en su toma de posesión, en lugar de "celebridades de primera categoría".
En las tomas de posesión de los dos periodos de Barack Obama, hubo presentaciones musicales de artistas de talla internacional, como Beyoncé, Aretha Franklin y Bruce Springsteen.
Pero esta vez, según el jefe organizador del evento, el estatus de celebridad del propio presidente electo será suficiente.
"Somos afortunados en tener a la más grande celebridad del mundo, que es el presidente electo", dijo Tom Barrack, según el medio estadounidense Buzzfeed.
Más de 50 miembros demócratas de la Cámara de Representantes se han negado a asistir a la ceremonia.
El boicot llegó en medio de una disputa entre el presidente electo y el congresista demócrata y activista de los derechos civiles John Lewis.
Lewis, uno de los íconos de la lucha por los derechos de la comunidad negra en EE.UU., declaró que Trump era un "presidente ilegítimo".
El republicano respondió que Lewis era "pura charla, charla y más charla", comentario que ofendió a políticos demócratas y republicanos por igual.
El propio Lewis está entre los representantes que no asistirán al evento. Algunos legisladores han dicho que en su lugar, participarán en la Marcha de Mujeres programada para este sábado en protesta al nuevo gobierno.
Según el equipo de Trump, se han recaudado alrededor de US$100 millones para la organización del evento, una cifra récord en la historia de las tomas de posesión en Estados Unidos.
Hasta ahora, la mayor suma de dinero recolectada para esta fecha fueron US$53 millones cuando Barack Obama asumió el poder en 2009, según reportó el diario The New York Times.
El presupuesto para la ceremonia de Trump proviene de diferentes orígenes. Según el comité organizador, han aportado varias corporaciones, donantes millonarios y pequeños contribuyentes de la campaña.
Una de las principales atracciones del día es el desfile que se realiza en la avenida Pensilvania en honor al presidente.
En él participan bandas marciales del ejército y otras pertenecientes a instituciones educativas.
El de Barack Obama en 2013 tuvo una duración de unas dos horas, pero Trump quiere que sea más breve de lo usual.
"Este será un desfile más corto, una hora o una hora y media, para que el presidente se pueda poner a trabajar", aseguró Alex Stroman, miembro del comité organizador, al portal Breitbart.
"Para eso es que los estadounidenses lo eligieron", añadió.
La toma de posesión del primer periodo de Obama en 2009 atrajo una cifra récord de 1,8 millones de visitantes a Washington.
Aunque en esta ocasión se espera la mitad de asistentes que en 2009, miles de ellos llegarán a la ciudad para protestar contra el presidente electo.
Una manifestación planificada para este sábado podría atraer a medio millón de personas, según señaló Christopher Geldart, director de seguridad del Distrito de Columbia al diario The New York Times.
Además, un grupo de motociclistas seguidores del presidente electo autodenominado "Bikers for Trump" ("Motociclistas por Trump") prometió custodiar la ceremonia de interrupciones de protestas.
Es por ello que casi 28.000 funcionarios y tres docenas de agencias de seguridad trabajarán durante este viernes y el fin de semana de la toma de posesión.
0 comentarios:
Publicar un comentario