miércoles, 8 de febrero de 2017

Donald Trump agradece las fortalezas que le dan las Oraciones de los Cristianos de su País

El Desayuno de Oración se celebra cada año por el Congreso de Estados Unidos, realizado por la Fellowship Foundation, una organización conservadora cristiana. Donald Trump, 45º Presidente de EE.UU. asistió en Washington a su primer Desayuno de Oración Nacional para afirmar que va a defender la libertad religiosa en EE.UU. Este evento tradicional que comenzó a realizarse en 1953 se ha convertido en una iniciativa anual en otros países. Trump explico el encuentro como “un testimonio del poder de la fe, uno de los grandes trajes de nuestra nación”.
ÉXITO Y VIDA ESPIRITUAL
A lo largo de su discurso de veinte minutos, Trump citó la Biblia sólo una vez. Utilizó Juan 15:13 (“No hay mayor amor que esto: dar la vida por los amigos”) para alabar a los soldados que arriesgan sus vidas para defender el país. Luego de hablar acerca de su propia experiencia como empresario, Trump llegó a indicar:
“Que olvidamos fácilmente que la calidad de nuestras vidas no se define por nuestro éxito material, sino por nuestro éxito espiritual “. Tambien habló sobre cómo su madre tenía un papel espiritual significativo en su familia y que gracias a ella, “la fe sigue viva en mi corazón todos los días”.
LA LIBERTAD RELIGIOSA, UNA PRIORIDAD
Trump dedicó un tiempo para hablar de la necesidad de proteger la libertad religiosa y los valores que de ella se derivan. “Nuestra república se formó sobre la base de que la libertad no es un regalo del gobierno, sino un regalo de Dios”. Por ende, indico Trump, “voy a deshacer y eliminar la Enmienda Johnson para que nuestros líderes religiosos puedan hablar libremente y sin temor a represalias (…) La libertad religiosa es un derecho sagrado, y también un derecho amenazado por todos lados”. Trump aseguro que, aunque los asistentes al desayuno de oración “representan diferentes religiones y puntos de vista (…) estamos todos unidos en nuestra fe en nuestro Creador”. Entre los invitados al desayuno había musulmanes, como el Rey Abdullah II de Jordania.
VIOLENCIA CONTRA LOS CRISTIANOS
Al comentar sobre la situación de la libertad religiosa en otros países, el Presidente denunció la “violencia inimaginable que se ha llevado a cabo en nombre de la religión” y los “actos de masacre contra las minorías religiosas”. Tambien habló de las atrocidades que Daesh (ISIS) ha cometido contra otros musulmanes, judíos y el “genocidio contra los cristianos”. Esta realidad debe ser enfrentada por “todas las naciones”. “Todas las religiones deben ser respetadas (…) Mi gobierno hará todo lo necesario para proteger la libertad religiosa en nuestro país”, recalco Trump “a la vez que se ofrezca seguridad a todos los ciudadanos”.
Hablando de la migración y la última orden ejecutiva que prohíbe la entrada de los ciudadanos de ciertos países de mayoría musulmana, Trump afirmo que EEUU tiene “el sistema de inmigración más generosa del mundo”. Pero esto, no puede ser “explotado” y la “intolerancia” no se puede aceptar. “En los próximos días vamos a desarrollar un sistema para ayudar a garantizar que los refugiados que ingresan en nuestro país asuman plenamente nuestros valores de libertad religiosa, personal, que rechazan cualquier forma de opresión y discriminación. Queremos que la gente nos aprecie y amen nuestro país, no que nos odien”.
LA FE EN DIOS COMO GARANTÍA
Trump terminó su discurso asegurando: “Que Estados Unidos va a prosperar, siempre y cuando sigan teniendo fe en sí mismo y fe en Dios. La fe en Dios es lo que ha inspirado a muchos a garantizar la igualdad de derechos para todos asi como a hombres, mujeres y niños. Siempre y cuando tengamos a Dios, nunca estaremos solos”, alego el Presidente. Y añadió: “Dios siempre nos dará fuerza y confianza. Nosotros aquí en Washington no debemos nunca dejar de pedir a Dios la sabiduría para servir al pueblo conforme a su voluntad”.