lunes, 6 de febrero de 2017
El Vaticano enfrenta a EE.UU y asegura que de la Mano de Trump la nación ira a la Ruina
Las consecuencias devatadoras del efecto Trump en la poderosa y dividida iglesia católica norteamericana, con 65 millones de fieles, hicieron estallar la primera bomba de réplica: el cardenal arzobispo de Chicago, Blaise Cupich, dijo en una declaración que Estados Unidos “vive un momento oscuro de su historia” por la orden del nuevo presidente “para rechazar a los refugiados y cerrarles las puertas de nuestra nación, en modo particular a los musulmanes”.
El cardenal Cupich es cercano al Papa Francisco, y a pesar de que no lo haya manifestado, sus declaraciones van de la mano con las opiniones del Pontífice.
Cupich condena abiertamente la persecución de los refugiados “que huyen de la violencia, la opresión y la persecución”, como contrario “tanto a los valores católicos como a los valores estadounidenses”.
El cardenal de Chicago se pregunta si “no hemos repetido las desastrosas decisiones de cuantos en el pasado han rechazado a otros pueblos en fuga de la violencia”. Y señala que “nosotros los católicos conocemos bien esta historia”.
Tras describir como arbitrarias las medidas ordenadas por el presidente Trump “contra gente con visas válidas y otros documentos apropiadas”, más el rechazo de otros que estaban por embarcar, el arzobispo señaló que la justificación de que “no es una prohibición contra los musulmanes”, no resulta válida “porque está focalizada en países con mayoría musulmana”.
El religioso de Chicago, que con su declaración reanimó a los grupos progresistas católicos, señaló que “el mundo nos está mirando mientras abandonamos nuestro compromiso de fidelidad a los valores de Estados Unidos. Estas acciones ayudan y refuerzan a cuantos quieren destruir nuestro estilo de vida. Hace disminuir la estima en nosotros por parte de muchos pueblos que quieren reconocerse en el país que defiende los derechos humanos y la libertad religiosa, y no en una nación que pone en la mira a grupos religiosos y les cierra después las puertas”.
En su discurso, el cardenal Cupish remarcó “la larga historia de acogida a los refugiados que huyen para salvar sus propias vidas, y las organizaciones católicas que han ayudado a reinsertarse a muchas familias”. En el caso de Chicago “generaciones de migrantes encontraron una nueva casa y nos hicieron mejores”.
El arzobispo concluyó su declaración citando una frase del Papa Francisco, en el discurso que el pontífice argentino pronunció en 2015 durante su visita a Estados Unidos, ante el Congreso norteamericano reunido en Washington para escucharlo. Bergoglio dijo entonces que “si queremos seguridad demos seguridad, si queremos vida demos vida, si queremos oportunidad demos oportunidades”.
Estas palabras de Francisco, concluyó el cardenal de Chicago, “fueron seguidas de una frase muy importante cuando debemos hacer las cuentas con el momento que vivimos: La medida que usamos para los otros será la medida que el tiempo usará para nosotros”.
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