Más de 200 manifestantes se concentraron en la Plaza Santa Cruz, frente al Ministerio de Asuntos Exteriores
(Madrid, 28/11/2015) Más de 150 millones de cristianos son perseguidos, encarcelados y/o asesinados en el mundo por el solo hecho de profesar su fe. Según informa Puertas Abiertas (Open Doors), organización cristiana que desde 1997 publica anualmente la Lista Mundial de la Persecución, un ranking de los 50 países más peligrosos para los cristianos, “la persecución ha aumentado para un gran número de cristianos en todo el mundo”.
Casi tres millones de cristianos viven en los diez primeros países de esa lista, y unos 114 millones en los veinte primeros.
Y todo esto se produce ante la indiferencia y la pasividad de la comunidad internacional, el silencio de los medios de comunicación y la desidia de los líderes mundiales.
Por eso, para levantar la voz por quienes sufren sin que nadie les escuche, el pasado sábado 28 de noviembre un grupo de cristianos evangélicos –algo más de 200–, acompañados también por representantes de la comunidad judía de Madrid, se congregaron en la Plaza Santa Cruz, frente a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, convocados por el Consejo Evangélico de Madrid (CEM) y la plataforma Koinonía.
“NO MÁS SILENCIOS”
“¡No más silencios!” rezaba el lema de la convocatoria, recogido en una gran pancarta situada a la cabecera de la concentración. “Estamos aquí para decir ¡ya basta de silencios! Y para pedir al Gobierno de España y al Ministerio de Asuntos Exteriores que denuncien la situación de los cristianos perseguidos por su fe, en Europa y en todos los organismos internacionales”, subrayó Manuel Cerezo, secretario ejecutivo del CEM, quien presidió el acto.
Frente a él, decenas de personas asentían en silencio, o aplaudían a intervalos, enarbolando carteles que pedían “Libertad de Culto”, “No más asesinatos”, “No más silencios”, y otras consignas semejantes, mientras una bandera de Israel, sostenida por los representantes de la Comunidad Judía de Madrid, acompañaba de forma solidaria, fraterna y respetuosa el dolor y el clamor de los cristianos.
El director de Puertas Abiertas, Ted Blake, intervino para mostrarnos, a partir del relato de la dolorosa y heroica experiencia de familias de cristianos perseguidos, el rostro humano y la calidad de la fe de quienes están dispuestos a vivir, y aún a morir, antes que renunciar a su fe en Jesucristo.
Blake también lamentó que la comunidad internacional y los medios de comunicación reaccionen con tanto interés y contundencia frente a los ataques de Daesh y, sin embargo, den la espalda a los crímenes y asesinatos perpetrados por el grupo terrorista Boko Haram en Nigeria, contra la población cristiana, siendo sus acciones tan crueles como las de aquellos, pero aún más cruentas y cuantiosas.
Tras un tiempo solemne, en el que se alternaron cantos y momentos de oración en grupos de tres o cuatro personas a favor de los cristianos perseguidos, el presidente del CEM, Jesús Manzano, procedió a la lectura de un Manifiesto (ver texto adjunto), tras lo cual se dio por concluido el acto.
“Esto no ha hecho más que empezar”, insistió Manuel Cerezo antes de despedir a los manifestantes. “Vamos a seguir manifestándonos y siendo altavoces en todas partes para denunciar la situación que padecen nuestros hermanos por causa de su fe, hasta que nuestro Gobierno y la comunidad internacional reaccionen y actúen en defensa de sus vidas y de su libertad”.
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