Murió Hugo Chávez, el petrolea bajo de más de 100 dólares a poco más de 50 y ya Venezuela no puede seguir financiando a la Isla- Burdel que es Cuba. A Raúl Castro ahora le toca la tarea de buscar lo que antes la URSS y después Venezuela le regalaban: Dólares, billetes verdes para seguir gobernando a un pueblo sumiso y corrupto. Los Los Castro son unos burgueses reaccionarios, que le vendieron el alma al mismísimo diablo con tal de mantenerse el el poder. En este caso el diablo queda en el Norte y tiene la piel negra, además es sospechoso de estar más a la izquierda que a la derecha, por no hablar de sus no muy disimulados nexos con el Islam: Barak Obama.
Cuba jamás dejó su vieja costumbre de prostituirse, antes de la revolución eran un inmenso Burdel, donde retozaban a su antojo los libidinosos y corrompidos gringos ( y alguno que otro latino y europeo) La pedofilia y el turismo sexual no es nuevo en Cuba, las niñas adolescentes siempre se prostituyen por unos pocos dólares.
Pero al llegar la revolución la cosa no cambio, solo que ahora las prostitutas ( jineteras les dicen alla) tienen títulos universitarios y hablan varios idiomas, cortesía de la moderna educación que les da la revolución. La Cuba de los Castro jamás fue viable económicamente ( el socialismo es un fraude) por eso la prostitución es tolerada por un régimen policial al que no se le escapa ni lo que piensan los cubanos.
Ahora Raúl y Fidel (si en verdad está vivo) se frotan las manos, ya que Obama les quitó la chapa de auspiciantes del terrorismo y ha dado permiso para que Cuba recibe más remesas desde los Estados Unidos, creo que una puta tiene más moral que esta gente.
Con los acuerdos entres Cuba y Estados Unidos la Isla Burdel dejará su dependencia de Venezuela y se arroja en los brazos de su nuevo amante, da asco mirar las banderas gringas colgar en los Balcones de la Habana, después de más 50 años de insultos y escaramuzas verbales.
Muchas empresas gringas ya están abriendo oficinas en La habana, y los capitales ya comenzaron a fluir de Norte a Sur, aún no vemos qué ganan los gringos en todo esto.
Pero lo que no vemos aún es que los cubanos ya no tengan que prostituirse para poder comer decentemente, los Castro no dejan el poder, y seguro se disponen a administrar en su favor los beneficios económicos de este acercamiento.
El estado socialista cubano está intacto y más fuerte que nunca, la vigilancia sobre los ciudadanos sigue férrea y humillante.
