Un pastor perdió a su hija en el secuestro de las 200 niñas colegialas por Boko Haram, sin embargo dice estar agradecido con Dios, porque su niña no negó su fe.
Marcos, pastor y padre de una de las niñas secuestradas, anunció con valentía que su hija cristiana se negó convertirse al islam y murió “por el bien de Cristo” cuando el grupo terrorista la obligó a elegir entre su vida y su fe.
"Me dijeron que mi hija se negó a cambiar su religión. Me dijeron que cavaron un hoyo y la enterraron hasta el cuello y la apedrearon hasta la muerte", dijó el pastor. "Morir por amor a Cristo, es la cosa más feliz para mí. Estoy agradecido de que ella no negara su fe. Ella solo confianza en Dios."
Su mujer, identificada sólo como Marta, añade: "Creo que murió con dignidad, Mónica está ahora en el cielo porque se negó convertirse". La Biblia dice: “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia”, Fil. 1.21.
Asimismo, un informe original de la BBC dio a conocer que algunas de las colegialas, se han visto obligadas a cambiarse de religión, pocas escaparon y otras decidieron no negar su fe hasta el final, muriendo con la esperanza puesta en Dios.
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