El Rev. Oscar Galdona, fue por Providencia Divina el Pastor fundador de la Primera Iglesia Ebenezer de Venezuela.
Nació el 1 de Octubre del año 1917, en San Juan de las Galdonas, Estado Sucre, pintoresco pueblito bañado por las azules aguas del Mar Caribe. Allí transcurrió su infancia hasta el año 1924, habiéndose radicado su ancestría paterna en esa zona, con siglos de antelación, para dedicarse al cultivo y comercio del cacao venezolano, aprovechando la intermezcla climatológica y geográfica de agricultura de altura y salida al mar vía Europa. De allí su nombre.
A partir de ese año, por razones de carácter familiar, su padre decide llevarse la familia para la vecina isla de Trinidad, donde recibe una educación estilo inglés. El conocimiento del idioma, es providencial y fundamental de parte del Señor, ya que de esta manera le permitirá hablar la misma lengua del Profeta de la Edad y convertirse posteriormente en su principal traductor para la América Hispana.
La trayectoria espiritual del Hno. Oscar Galdona, estuvo definido por cuatro etapas que de manera cronológica enfocaremos a continuación:
1945 – Su conversión.
- I ETAPA: 1950 – Su llamamiento al Ministerio
- II ETAPA: 1955 – Sale de la Denominación
- III ETAPA: 1960 – Da inicio al Compañerismo “EBENEZER”
- IV ETAPA: 1965 – Conoce el Mensaje de la Hora.
Estas fechas con sus respectivas características individuales, conforman cuatro etapas.
A partir del año 1950, ejerce el pastorado con dedicación y ahínco en la mencionada Iglesia Bautista de Barquisimeto. Durante esta II ETAPA,1950 – 1955, experimenta el glorioso bautismo del Espíritu Santo y sus efectos no se dejan esperar. Su predicación refleja el fuego y el poder de Dios.
De manera providencial, llega a conocer personalmente en este lapso al Hno. T.L. Osborn, quien se encontraba en esos mismos días en la ciudad de Barquisimeto, llevando a cabo una campaña de Sanidad Divina en la Iglesia Bethel y necesitando un intérprete, el Hno. Galdona fue el Instrumento utilizado, quien pudo ver la mano de Dios obrando milagros, maravillas y prodigios. Esta experiencia lo llevó a creer que el Señor Jesucristo en la obra expiatoria del Calvario, no sólo perdonó nuestros pecados sino que llevó nuestras enfermedades, declarándose nuestro Gran Sanador.
El aceptar esta verdad, le acarrea problemas dentro de su organización denominacional y el 18 de Enero de 1955, rompe con la denominación a la cual estuvo afiliado por muchos años. Con él, sale un grupo de hermanos a quienes Dios les había dado luz para entender verdades como el Bautismo del Espíritu Santo y Sanidad Divina.
En el mes de Marzo de 1956, el Hno. Galdona tuvo un sueño vindicado por Dios, en el cual se le aparecen cuatro esferas misteriosas en forma de soles que presentaban una tremenda actividad interior. Algo estaba pasando con el Sol. Al mirarlo con detenimiento observó, que se había convertido en un reloj cuyas agujas marcaban 20 minutos para las doce.
Estas agujas saltaron rápidamente del 20 al 19 y luego al 18, llegando después a las 12. El Hno. Galdona despertó sobresaltado. Al volverse a dormir, sueña esta vez con una mano levantada en lo alto completamente abierta mostrando sus cinco dedos. Esta imagen fue repetida en una secuencia de cuatro veces y luego el sueño fue interrumpido. Esto fue algo muy significativo para el Hno. Galdona y no fue hasta mucho tiempo después, que logró interpretarlo como las cuatro etapas de su ministerio.
En este lapso, viaja con frecuencia a los Estados Unidos donde conoce al Hno. Branham, en una de sus campañas de “La Voz de la Sanidad” en la ciudad de Dallas, Texas. Regresa con grandes experiencias y Dios comienza a moverse poderosamente, derramando su Espíritu Santo sobre los creyentes.
A partir de ese año, conoce y acepta el Mensaje para esta Séptima y Última Edad de la Iglesia, a través del Hno. Oscar Candelario de Puerto Rico, quien le facilitó cintas grabadas cuyo contenido tenía que ver con el “Bautismo Bíblico” y “La Simiente de la Serpiente”. Con este material regresa a Venezuela y comienza a difundirlo, provocando aceptación por unos y rechazo definitivo por otros, pues escrito está: “No todos reciben esta Palabra, sino aquéllos a quienes es dado” (Mateo 19:11)
El conocimiento de estas verdades, lo inducen a bautizarse conforme a Mateo 28:19 y Hechos 2:38.
La década de los años 70, ante la demanda de literatura con verdad revelada para la hora presente, se adquiere una imprenta, la cual nos ha permitido imprimir millones de folletos, cuyo contenido está retroalimentando a la Simiente de Dios, en todos los países de habla hispana. En ese tiempo, los viajes misioneros a toda Latinoamérica, permiten el establecimiento de Tabernáculos diseminados por todo el territorio hispano-
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